Con una participación del Gobierno chino en su capital superior al 70% y teniendo entre sus accionistas fondos de inversión procedentes de BLACKROCK, JPMORGAN o SCHRODERS, la compañía CHINA PETROLIUM & CHEMICAL CORPORATION (en adelante SINOPEC), cotiza en las Bolsas de Hong Kong y Shanghái.

 Su fuerte presencia en los negocios relacionados con la industria química, petrolera y de gas en China, le convierten en uno de los principales operadores mundiales en los sectores donde desarrolla su actividad. La compañía se beneficia de los avances y crecimientos económicos actuales  existentes en el país,  que en 2018 siguió creciendo a unas tasas superiores al 6,7%, así como de la fuerte demanda interna en productos energéticos, gas natural y derivados petroquímicos existentes actualmente.

Trataremos en este artículo de explicar de forma sencilla sus líneas actuales de negocio, las principales magnitudes económicas, sus debilidades así como las medidas necesarias que en un futuro próximo tendrán que tomar los líderes políticos que dirigen actualmente la compañía.

SINOPEC surgió en el año 1998 a iniciativa del Gobierno chino sobre la base de negocio que regentaba CHINA PETROCHEMICAL CORPORATION, ya constituida  en la década de los años 80  como consecuencia de la apertura y reformas que se establecieron en esos tiempos en la nación. Sin embargo, tal como reconoce la propia compañía, ésta se encuentra sometida todavía a los designios y liderazgo por parte del Partido Comunista Chino, actualmente bajo la batuta de su líder XI JINPING.

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Tiene presencia activa en 65 países de los cinco continentes, y es el mayor proveedor de productos petrolíferos de China, ocupando en ese mercado la segunda posición como productor y la primera como compañía de refino. Asimismo tiene el segundo lugar en el ranking mundial como empresa química y entre sus activos en China cuenta con más de 30.500 estaciones de servicio y 27 mil tiendas de conveniencia.

Con unas ventas y una capitalización bursátil tres veces y media superiores a las que tiene la española REPSOL, y pese a su gran presencia en el mercado más grande existente, SINOPEC aún se encuentra a enorme distancia de la mayor compañía cotizada mundial, la norteamericana EXXONMOBIL, que cuenta con una valoración actual dada por el  mercado próxima a los 330 mil millones de dólares, el triple de la china, tasada en 75 mil millones de euros.       

Las líneas de negocio fundamentales donde opera SINOPEC son la exploración, producción, refino y comercialización de productos relacionados con el petróleo y el gas, así como una más que notable presencia en la industria química. Esta última, pese a representar el 15% de sus ventas es proporcionalmente la división que más margen operativo proporciona al grupo.

Las ventas obtenidas a través de su red de distribución minorista suponen el  43 % de los ingresos que obtiene la compañía.

De forma pormenorizada en los cuadros que acompañan este trabajo se puede observar el comportamiento de todas las ramas de actividades, tanto en cuantías como en porcentajes en la coyuntura actual.

SINOPEC, debido a diferentes causas, y tras el drástico descenso de resultados y ventas sufridos entre los años 2013/2014, lleva varios ejercicios creciendo en ambos apartados, y más en concreto y de forma especial en los nueve primeros meses del ejercicio 2018.

En este último periodo de tiempo los resultados han crecido en un 55%, mientras las ventas aumentaban a un ritmo del 18%. Una racionalización de las inversiones y una política de contención en los costos, unido al crecimiento interno del mercado y el comportamiento al alza en el precio del petróleo (subida en los últimos 12 meses desde los 47 dólares barril hasta los actuales 65 dólares, mientras los costos de elevación solo subían de 16 a 17 dólares), son las principales razones que justifican estos incrementos.

Por otro lado es notorio el futuro de la industria relacionada con el gas en China, dentro de una planificación estatal que pretende que éste sea alternativo a la dependencia interna del carbón.

Todo ello se ha visto reflejado en la cotización en Bolsa de la acción de SINOPEC. El precio de sus acciones se ha revalorizado en un año un 42%, en lo que ha contribuido sin duda la decisión tomada de aumentar el dividendo a repartir entre los accionistas. Solo por esta última vía, la rentabilidad que se obtiene representa un 8,75% de la capitalización bursátil total.

Estos resultados se ven acompañados por una generación efectiva de caja y un balance saneado, con un endeudamiento proporcionalmente bajo a su tamaño.

Sin embargo, SINOPEC tiene que tomar decisiones tendentes a introducir cambios en su modelo de gestión al objeto de que la compañía sea sostenible a largo plazo, ya que tendrá que estar presente en un sector donde sus principales competidores son empresas que actúan en mercados liberalizados y por tanto, sin ayudas estatales ni condicionantes políticos. Estas medidas están condicionadas por el sistema económico y social que rigen en China y bajo la que se sustenta la gestión de SINOPEC.

Y esto constituye el problema principal de SINOPEC para afrontar su futuro y a la vez, inevitablemente le obliga a adecuarse a las reglas de juego existentes dentro de una economía abierta.

Aunque en Occidente tendemos a pensar que China acabará transformándose en una sociedad moderna  avanzada, con una clase media como principal motor, lo cierto es que su modelo se encuentra lejos de asimilarse a los casos de desarrollo como los existentes en el pasado en Japón o Corea del Sur.

El peso del sector estatal en la economía, aunque presenta considerables descensos con respecto a la influencia que tenía hace 30 años, es innegable. El gobierno controla los sectores petroquímico y eléctrico así como la industria del carbón y los metales básicos, habiéndose producido la liberalización y privatización de empresas exclusivamente en pequeñas y medianas compañías volcadas fundamentalmente en la exportación.

Precisamente las ventas al exterior de la producción, fundamentalmente a los mercados europeos y de Estados Unidos, amparadas en unos bajos salarios y costos de producción, y la dificultad de mantener estos parámetros en un futuro próximo, debe traer consigo un cambio en el modelo de sociedad.

Todo ello debe repercutir innegablemente en SINOPEC. En los próximos años la compañía tiene por delante el reto de afrontar nuevas oportunidades así como inminentes desafíos que debe ser capaz de acometer.

Transformar el negocio tradicional de SINOPEC, constituido a partir del carbón, el petróleo, el gas y la energía nuclear, por otro basado en fuentes renovables de electricidad, tales como la energía eólica o la solar, en competencia con otras multinacionales y dentro de un mercado abierto, manteniendo y mejorando la eficacia actual, constituyen el reto de la compañía.



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