El grupo español IBERDROLA, compañía fruto de la fusión llevaba a cabo en 1991 entre las empresas IBERDUERO e HIDROELECTRICA ESPAÑOLA y presidida desde el año 2005 hasta nuestros días por JOSE IGNACIO SANCHEZ GALAN, se ha convertido en las dos últimas décadas en el principal operador eléctrico de nuestro país y en uno de los  más importantes conglomerados empresariales europeos de su sector gracias fundamentalmente al seguimiento estricto de una política basada de forma especial en una planificada diversificación geográfica con una apuesta de implantación en países con economías estables y predecibles así como una clara visión del negocio basando su crecimiento en las energías renovables, logrando con ello ser una organización capaz de presentar unos resultados predecibles en sus principales ratios y cifras económicas compatibles con unas buenas expectativas de crecimiento futuro basadas en un ambicioso plan de inversiones en el sector eólico y fotovoltaico, a la vez que se consigue obtener unas razonables posiciones de  inversión en el negocio y una adecuada política de retribución a sus accionistas vía cobro de dividendos.

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José Ignacio Sánchez Galán

Esta política exitosa ha tenido su recompensa justa si pensamos que en la actualidad IBERDROLA cuenta con una valoración bursátil conjunta en el entorno a la cifra de los 70 mil millones de euros, encontrándose emparejada en precio total a INDITEX; ambas a la fecha las dos principales empresas españolas con mayor capitalización por valoración dentro del selectivo índice IBEX-35 de la bolsa madrileña. Con más de 600 mil accionistas individuales y el 70% de su capital en manos de grandes inversores institucionales, así como fondos de inversión o de pensiones internacionales, la compañía eléctrica ha sido capaz en el periodo de tiempo transcurrido entre los años 2017 y finales de 2021 de crecer en sus principales cifras de una forma importante mostrando con ello una evolución muy favorable. Así sus ventas en dicho espacio temporal se incrementaron anualmente de promedio un 5,8%, sus activos bajo gestión un 6,4%, los beneficios netos a final de cada ejercicio en un 8,5% y el patrimonio neto de su balance en un 7,1%, todo ello solo con un crecimiento en su endeudamiento del 4,5% a pesar de las enormes inversiones realizadas. Esta situación tuvo su recompensa lógica para los accionistas que vieron cómo sus títulos gozaron de una revaloración bursátil media anual del 12,9% acumulativa en dicho periodo.

La situación expuesta anteriormente se trata de un caso excepcional si lo comparamos con sus principales competidores europeos, principalmente las compañías ENGIE, EDF, E.ON, ENEL (presente en España a través de ENDESA) o RWE, que han visto cómo de media entre ellos y en los últimos 10 años sus títulos tan solo se revalorizaban en bolsa un 14,9% frente a la subida del 115% que han presentado los de IBERDROLA.

Esta circunstancia es debida fundamentalmente a una exitosa política de concentración en el negocio principal del grupo dejando atrás otras posibles y distintas formas de crecer y ganar tamaño que ya se habían planteado con anterioridad bajo la presidencia de IÑIGO DE ORIOL IBARRA, tales como fueron los intentos de fusión con REPSOL (año 1997), con ENDESA (año 2000) o la OPA hostil a GAS NATURAL (año 2003), que hubieran conducido a situaciones cuasi monopolísticas en el mercado nacional, con lo que ello hubiera podido suponer de riesgo por concentración e implicación en un solo mercado frente a la diversificación geográfica emprendida con posterioridad así como una no deseable intervención estatal tanto en el capital de la compañía como a través de su posible influencia determinante en decisiones estratégicas de la nueva empresa que no siempre hubieran estado tomadas con criterios lógicos empresariales.

Ya bajo la presidencia de JOSE IGNACIO SÁNCHEZ GALÁN, IBERDROLA tuvo que hacer frente en el periodo 2010/2011 al intento de toma de control de la compañía por parte de la constructora ACS, la cual, con un balance debilitado y acudiendo a toma de posiciones fuertes de endeudamiento en el mercado, llegó a acumular acciones del grupo eléctrico por un 20% de su capital, situación que terminó finalmente con una salida de la misma asumiendo la compañía presidida por FLORENTINO PÉREZ fuertes pérdidas tras proceder a la venta de los títulos después de cruzarse demandas mutuas entre ambos grupos, algunas de las cuales todavía perduran en los tribunales.

Varias son las principales líneas de actividad que desarrolla en la actualidad el grupo IBERDROLA.

Dentro de ellas la que contempla mayor necesidad de recursos financieros para su desarrollo es la dedicada a las energías renovables en sus diversas variables como son la eólica, tanto marina como terrestre, la hidráulica, la fotovoltaica y la biomasa. Esta división, que lleva más de dos décadas en activo, y que se encuentra dedicada a la generación de energía eléctrica baja en emisiones, tiene en su cartera una capacidad total de generación de más de 27.600 MW, de las cuales 22.000 MW ya se encontraban totalmente instaladas a finales del año 2021. Del plan de inversiones aprobadas en su conjunto para el grupo IBERDROLA y que asciende a una totalidad de 75 mil millones de euros para el periodo comprendido entre los años 2020/2025, el 45% de las mismas serán destinadas a esta división en sus diferentes modalidades, hasta lograr con ello una posición de capacidad final de 60 GW, cantidad que se espera ampliar a 95 GW a finales del año 2030, con lo que se conseguiría cumplir el ambicioso objetivo de multiplicar por casi 3,5 veces la disponibilidad actual.

 

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Estas inversiones a realizar, que se estiman cuantificadas entre 120 y 150 mil millones de euros hasta el año 2030, coinciden con una clara mentalización por parte de la sociedad de impulsar aquellos procesos encaminados hacia un crecimiento sostenible energético fomentado prioritariamente aquellas iniciativas tendentes a la descarbonización y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con un objetivo final que apuesta por la sustitución del uso de combustibles fósiles y contaminantes por otros basados en métodos menos lesivos al medio ambiente y el sistema ecológico.

En la actualidad y dentro del mercado mayorista en el que opera IBERDROLA, el 57% de la energía eléctrica manipulada por ella procede de fuentes renovables, mientras que tan solo el 18% tiene su origen en energía nuclear, un 19% en procesos de ciclos combinados y el 6% por sistemas de cogestión.

Las otras divisiones de negocio en las que se centra principalmente el grupo IBERDROLA son las de Redes, consistente en la construcción, operativa y mantenimiento de las líneas eléctricas, subestaciones de su propiedad, centros de transformación y otras infraestructuras, todas ellas destinadas al almacenamiento y traslado de energía eléctrica, y en las cuales se invierten anualmente el 40% de los recursos presupuestados de la compañía y por otro lado, la actividad de Generación y clientes, donde se enmarca principalmente la comercialización de electricidad a los usuarios y clientes finales.

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En su conjunto y a través de todas sus actividades, el grupo IBERDROLA administra activos por un importe superior a los 141 mil millones de euros, de los cuales cerca de 40,5 mil millones de euros proceden de los fondos propios aportados por sus socios y 41,1 mil millones de euros del endeudamiento bancario. Las ventas totales ascendieron a finales del año 2021 a 39,1 mil millones de euros que proporcionaron un beneficio neto a sus accionistas después del pago de impuestos de 3,885 mil millones. Este aumento positivo en la cifra de ventas, que se afianza año tras año, se ha visto consolidado en los datos presentados por la compañía referentes al primer trimestre del año 2022 que, pese a la caída de sus resultados en España como consecuencia de la inestabilidad y los altos precios energéticos existentes en el país así como del  sistema de tarifación empleado, han supuesto en conjunto un incremento del 20,4% en los ingresos totales hasta situarse los mismos en dicho periodo en 12.150 millones de euros frente a los 10.088 millones de euros equivalentes obtenidos en los tres primeros meses del año 2021.

Pese a este crecimiento en ventas, el EBITDA del Grupo IBERDROLA en el año 2022 solo creció un 5% y ello gracias a la aportación de los negocios internacionales, fundamentalmente de los resultados aportados en la consolidación por parte de los negocios mantenidos en Estados Unidos y Brasil, que ayudaron a paliar la fuerte caída de resultados en España (-29%), país cuya contribución al grupo por primera vez pasa a situarse ya por debajo del 30% de las cifras totales presentadas. A pesar de ello los analistas del valor en Bolsa estiman unos beneficios netos para el ejercicio completo 2022 por primera vez por encima de los 4 mil millones de euros.

El grupo IBERDROLA, contando todas sus divisiones y compañías participadas, tanto las situadas en España como en el resto de países donde la compañía se encuentra presente, cuenta con una cartera de 36  millones de clientes y da empleo directo a más de 40 mil trabajadores. Tiene presencia y ha realizado inversiones, bien de forma directa o a través de alianzas con terceros, e independientemente de las realizadas en nuestro país, en Brasil, Reino Unido, México y Estados Unidos, que constituyen sus principales mercados, en países como Portugal, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Suecia, Grecia, Sudáfrica, Japón y Australia.

A continuación, expondremos las principales características de las diferentes empresas que componen el Grupo IBERDROLA, tanto por países principales como por actividades que realizan en los mismos.

En España, su país de origen, y donde se remontan sus ya históricos orígenes a principios del siglo pasado cuando se constituyeron las diferentes sociedades que acabaron fusionándose en IBERDUERO, como eran HIDROELÉCTRICA IBERICA (año 1901) o SALTOS DEL DUERO (año 1918) o la propia HIDROELECTICA ESPAÑOLA (año 1907),  su actividad se centra principalmente a través de sus principales filiales IBERDROLA RENOVABLES ENERGIA, I-DE REDES ELECTRICAS INTELIGENTES e IBERDROLA CLIENTES ESPAÑA (subdividida en IBERDROLA GENERACIÓN, IBERDROLA y COMERCIALIZADOR DE ÚLTIMO RECURSO).

En nuestro país el GRUPO IBERDROLA cuenta con 11,2 millones de clientes, emplea a 9.729 trabajadores y generó en el año 2021 casi el 40% de su facturación, cifra que se espera vaya en descenso en el futuro una vez vayan creciendo sus filiales internacionales y se consoliden las nuevas implantaciones territoriales en otras naciones.

SCOTTISH POWER, constituyó en el año 2006 y con una inversión global realizada tanto en acciones propias como en efectivo superior a los 17 mil millones de euros, la primera gran inversión en el mercado europeo del grupo IBERDROLA, y la que le permitió tener una presencia consolidada importante en el Reino Unido. Esta filial le da visibilidad al grupo español para poder ser en la actualidad el cuarto operador por tamaño del sector eléctrico en el mercado británico, contando para ello con una cartera integrada compuesta de más de 3,3 millones de clientes a los que proporciona servicios eléctricos y 2,2 millones a los que suministra gas, generando un empleo conjunto entre sus dos filiales principales, SCOTISH POWER RENEWABLES y SP ENERGY NETWORKS, de más de 5.700 empleados. Esta filial aporta tradicionalmente al grupo en torno al 15% de la cifra de negocio total obtenido.

La principal apuesta de IBERDROLA en el mercado sudamericano hasta la fecha se materializa en Brasil con su participada la sociedad NEOENERGIA y sus filiales, NEOENERGIA BRASILIA, NEONERGIA PERNAMBUCO, NEOENERGIA COELBA, NEONERGIA COSERN Y NEOENERGIA ELEKTRO entre otras, que en su conjunto emplean a más de 15.000 trabajadores.

La presencia del grupo en Brasil históricamente se remonta al año 1997 cuando por parte de su gobierno en el poder presidido por LULA DA SILVA se tomó la decisión política de proceder a privatizar y liberalizar su obsoleto sector eléctrico dando lugar a que IBERDROLA apostara de una forma clara por su implantación en el país. Esta implantación hoy en día tiene tanta importancia para la compañía que, aunque apenas aporta todavía el 5% del EBITDA total consolidado, cifra que en los próximos años crecerá exponencialmente, requiere anualmente aproximadamente el 9% del presupuesto de inversiones totales realizadas por el total del grupo.

México y Estados Unidos son los otros dos mercados importantes donde IBERDROLA tiene una importante presencia. En el país azteca la compañía opera a través de su filial IBERDROLA MÉXICO, que con sus subsidiarias IBERDROLA MÉXICO RENOVABLES e IBERDROLA MÉXICO GENERACIÓN, son la base sobre la que se desarrolla su implantación en dicho país.

En el mercado norteamericano, presente desde el año 2008 con la compra de ENERGY EAST, la multinacional española opera a la fecha en 25 Estados de la Unión a través de su participada AVANGRID (AVANGRID RENEWABLES y AVANDRID NETWORKS), compañía cotizada en la Bolsa de Nueva York con una capitalización bursátil actual en el entorno de los 18 mil millones de dólares y de la que la matriz española controla el 81,5% de su capital estando el resto del mismo en manos de inversores bursátiles.

Para simplificar el artículo y que el lector que lo desee pueda acceder y profundizar en los principales datos de las filiales, en los cuadros que se adjuntan al finalizar este trabajo mostramos las principales características de cada una de las filiales del grupo.

RETOS FUTUROS QUE IMPLICAN TOMAS DE DECISIONES A CORTO PLAZO

IBERDROLA, al tratarse de una compañía utility cotizada y dedicada a operar en los sectores energéticos y de electricidad, es valorada por su estabilidad en la gestión y su capacidad de generación de ingresos y resultados previsibles, lo cual le conduce a ser cautelosa en sus inversiones y tener que medir exhaustivamente los riesgos que le puedan suponer posibles cambios legislativos futuros en aquellos países donde opera. Por tanto la apuesta realizada por invertir en negocios renovables parece totalmente acertada, pese a lo cual tiene que pensar en destinar mayor cantidad de recursos económicos para avanzar en la mejora de sus procesos, sistemas operativos y digitalización de tal manera que consiga optimizar la carga de sus instalaciones, logrando con ello sacar mayor rendimiento a sus inversiones y por tanto aumentar su competitividad y rentabilidad en mercados cada vez más abiertos y donde compite con empresas locales de gran tamaño y ya implantadas.

La diversidad geográfica, clave de su crecimiento, debe ser asentada definitivamente en cada uno de los países donde opera. Siguiendo el principio de prudencia en las adquisiciones de otros posibles operadores y siempre exclusivamente con la idea clara de solo invertir en aquellos negocios que generen caja desde el inicio y que  aporten valor final a la compañía, conviene centrar estas mismas en aquellos países donde ya cuenta con importante presencia, descartando a priori emprender una política de implantación en otros mercados, que requeriría nuevos recursos y donde la empresa no cuenta ni con experiencia histórica ni con conocimiento de su funcionamiento interno y donde, como ya hemos señalado anteriormente, ya están posicionados otros grandes operadores.

Pero es sin duda el futuro de su órgano de Gobierno y en concreto la figura de su presidente y su continuidad a raíz de las continuas noticias aparecidas en prensa y ya judicializadas, la situación que puede condicionar a corto plazo la evolución de la compañía. Conviene realizar una reflexión objetiva y profunda por parte de todos los implicados, empezando por el propio presidente y CEO, consejo de administración y asesores en la materia, de la conveniencia o no de su posible sustitución, ponderando adecuadamente las posibles consecuencias implícitas a la decisión y siempre pensando que el objetivo principal de todo ello debe ser velar por los intereses de la compañía, la cual debe quedar liberada de posibles controversias en la gestión. Sea cual sea la decisión a tomar, una cosa debe quedar clara, la gestión realizada por JOSE IGNACIO SANCHEZ GALAN, quien ha dirigido la compañía eléctrica en los últimos 17 años, ha sido en esencia positiva y sin su visión clarividente de hasta donde quería llevar el negocio, la IBERDROLA actual jamás hubiera sido posible.

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