El denominado caso ABENGOA responde a una de las mayores crisis empresariales que se han dado en España, habiendo arriesgado miles de puestos de trabajo. Todo ello por la gestión deficiente del equipo gestor, su Consejo de Administración y mandos intermedios con poder suficiente para tomar decisiones que fueron influenciados por las presiones recibidas. Esta actitud está basada en una administración desleal deliberada que ha hecho perder mucho dinero a todas las partes implicadas.

No es el objeto de este artículo buscar culpables a esta situación, es la Justicia quien tiene que hacerse cargo de encontrar a los responsables y actuar en consecuencia. Lo triste es que puede pasar mucho tiempo para esto y que cuando llegue su momento, hayan desaparecido muchas de las pruebas inculpatorias. Por suerte, lo que no desaparecerá es el historial de la compañía en la documentación que ha ido presentando a la CNMV y las auditorías realizadas.

Lo que sucedió en la compañía, a raíz de los números presentados, ya se sospechada 3/4 años antes de lo acontecido. Y aquí juegan los intereses de todas las partes para callar. Los proveedores forzaron cobrar el 55% de la deuda que mantenía la compañía con ellos en el año 2012 y posteriores, cuya cifra posiblemente se eleve, ya que se siguieron realizando trabajos, que ABENGOA les encargó. Como pasa en todos los casos, aquel que confió en la gestión de la Compañía, será el que menos cobre. El Presidente de la compañía y miembros de su familia gozaban de unas remuneraciones impropias de la situación de ABENGOA en un acto de absoluta irresponsabilidad, imaginamos conscientes de la situación, y confiados que el tamaño de la Compañía traería la solución por sí misma, ya que nadie presionaría en dejarla caer, más cotizando en Bolsa.

Hoy la cotización en Bolsa de las acciones admitidas apenas llega a los 291 millones de Euros, habiendo perdido casi todo su capital los accionistas confiados que invirtieron en el Grupo.

La diversidad de sociedades que formaban el Grupo, y la falta de información sobre ellas, llevaban claramente a la desconfianza sobre ABENGOA. Esto era público y notorio, pero durante al menos dos años previos, nadie actuó.

El comportamiento de la Banca y los Bonistas, tampoco tiene sentido. Con el Balance de la Compañía las emisiones de Bonos debieron haber quedado desiertas. No fue así, porque prevalecieron los intereses conjuntos entre ABENGOA – que necesitaba la liquidez – las Entidades Colocadoras – que cobraban comisión por ello – y los Bonistas – en su mayoría Fondos de Inversión – que necesitaban colocar dinero, y que posiblemente los empleados que realizaron la operación, estaban primados por formalizarla, como sucede en este tipo de sociedades. En cuanto a la Banca, parece que el desconocimiento de la Compañía era total. Se confiaron en la seguridad y garantía, que daba aparentemente una compañía que cotizaba en el IBEX-35 ó en el MERCADO CONTINUO, según en qué momento, y dieron credibilidad a los anuncios sobre su futuro que anunciaba ABENGOA. A esto se unió la tranquilidad de ver que otras entidades ya estaban financiando la compañía.

La solución dada para el futuro de la Compañía también parece un parche, que no solucionara a largo plazo, la formación de una compañía líder en el negocio de la generación eléctrica en sus diversas modalidades.

Se ha acordado una quita del 97% de la deuda para los proveedores, cobrando en el plazo de 10 años. Esto soluciona el problema con los proveedores, pero dificultará la ejecución de obra nueva. Muchos proveedores desaparecerán, los que queden, exigirán condiciones de pago muy duras y los nuevos, harán, conocedores de lo sucedido, lo mismo.
El acuerdo final pactado entre las partes sobre sus participaciones en acciones en la NUEVA ABENGOA, que resulta después de la firma del convenio hace variar el accionariado de la compañía produciéndose una lógica dilución de los accionistas antiguos, quedando de la siguiente forma:

– Los Bonistas tendrán el 50% del Capital Social.
– La Banca acreedora le corresponde el 40% de participación.
– 5% para los avalistas de las operaciones.
– 5% que llevarán los antiguos bonistas.

Nadie está cómodo en esta situación y por supuesto, ninguno tiene vocación de permanencia. De hecho tanto BANCO SANTANDER como BANCO SABADELL, ya han vendido su participación en ABENGOA, es de suponer que con una quita sobre el valor de la participación correspondiente.

Para asegurar la viabilidad de la compañía hay un compromiso de determinados Fondos y Bonista de inyectar dinero fresco en la compañía.

Todo esto puede hacer creer durante algún tiempo que la solución ha llegado. Incluso puede traer consigo una revalorización potente en Bolsa. Pero la compañía tiene un problema enorme. Sus dueños no conocen el negocio, el capital está muy diluido y nadie va a querer gestionar ABENGOA, con un plan de negocio y con objetivo de crear valor a largo plazo.

Esta es una situación complicada. Todo el mundo persigue recuperar la mayor parte de su inversión y no tiene ninguna motivación por continuar en ABENGOA, una vez esto haya sucedido. En tal sentido, ya se ha encargado la venta del activo que tiene más valor de la Compañía, ATLANTICA YIELD, donde ABENGOA participa con el 41%, por la que los accionistas esperan obtener 800 millones de Euros.

Si los accionistas no tienen vocación de permanencia, puede ocurrir que la compañía quede en manos de los ejecutivos, que bien sigan las órdenes de los accionistas respecto a medidas de recuperación de sus riesgos, o bien no respondan en la realidad ante nadie, gestionando la compañía a su mejor criterio.

La única solución de futuro pasa por encontrar un Socio Tecnológico que aporte gestión en la Compañía. A largo plazo esto puede permitir la recuperación de lo invertido y el crecimiento sano de ABENGOA.

Estamos convencidos que Grupos interesados existen, si la compañía queda libre de riesgos y cuenta con el apoyo de todos los accionistas. Estos grupos pueden entrar por fases: Gestionando en un primer paso y una vez cumplidos objetivos tomando una participación, lo suficientemente importante, que puedan ejercer el liderazgo de la Compañía.

Existen compañías en España con capacidad para llegar a acuerdos, tanto en Bolsa como no cotizadas, así como Grupos Británicos, Norteamericanos, Coreanos, Japoneses, Alemanes y Nórdicos, que pueden ser candidatos.
GAMESA una vez saneada, ha llegado a un acuerdo de fusión. La revalorización en los 4/5 últimos años ha sido tremenda e Iberdrola que supo tener paciencia y forzar el cambio del equipo directivo, se ha beneficiado enormemente de su actuación. Había una apuesta clara de negocio y de creación de valor.

El dinero para las compañías es importante, pero lo es más, las ideas claras en la gestión y la cultura del esfuerzo.


DATOS SOBRE ABENGOA
AÑO 2012 AÑO 2013 AÑO 2014 AÑO 2015 AÑO 2016
FONDOS PROPIOS 1.860 1.893 2.646 452 -6.779
INMOV. MATERIALES E INMOV. EN PROYECTO 9.217 11.187 7.475 4.513 574
TOTAL PASIVO 19.333 21.152 23.264 16.627 9.913
VENTAS 7.354 6.311 7.150 5.755 1.510
GASTOS FINANCIEROS 661 544 745 868 679
GASTOS DE PERSONAL 709 758 871 839 440
BENEFICIO 55 110 125 -1.213 -7.629
ACCIONISTAS ACTUALES PARTICIPACION
BANCO POPULAR 4,57%
ARVO INVESMENT HOLDING 3,53%
BANCO SABADELL 3,17%
BANCO SANTANDER 3,87%
BANKIA 2,81%
CAIXABANK 2,89%
CREDIT AGRICOLE 2,41%
D.E. SHAW * 1,27%
FINARPISA 0,29%
FROB * 2,81%
INVERSION CORPORATIVA I.C. 2,53%
INVESCO 0,86%
TOTAL 28,20%
* La participación de Frob se refiere a la participación de Bankia  
* Es posible que su participacion sea algo mayor