GENERAL ELECTRIC, modelo empresarial de conglomerado industrial norteamericano, ve como en el último año ha perdido más del 40% de su valor en bolsa y ha generado una desconfianza manifiesta entre sus inversores. Un modelo de negocio anticuado, lleno de burocracia y sin capacidad para adaptarse a la evolución de los tiempos, así como problemas escondidos en su balance durante un tiempo y que ahora se manifiestan, han provocado solo en un ejercicio, la disminución en su capitalización bursátil de más de 100 mil millones de dólares.

GENERAL ELECTRIC debe sus inicios a la iniciativa del Inventor estadounidense THOMAS EDISSON, que en el año 1890 decide crear EDISSON GENERAL ELECTRIC, con la idea de agrupar en la Compañía todas sus iniciativas empresariales. EDISSON, con una mente privilegiada, ha pasado a la historia como el descubridor del fonógrafo, las cámaras de cine o por hacer más duraderas las bombillas incandescentes. Ya denominada GENERAL ELECTRIC, tras fusionar sus intereses con otros grupos, en 1896 participa en la creación del DOW JONES INDUSTRIAL AVARAGE, como mercado bursátil para inversores, siendo hoy la única de las empresas fundadoras que ha logrado mantenerse en él.

Bajo el paraguas de GENERAL ELECTRIC se refugian una serie de negocios, gestionados de una forma centralizada, que con el paso del tiempo, han provocado años de crecimiento lento y que han acabado generado dentro de la dirección de la Compañía, la idea que buscar la diversificación en múltiples negocios e intereses, solo conducía a la falta de confianza. Esto se demuestra en un crecimiento bajo, entre otras cosas, debido al escepticismo que provoca el modelo de agrupación de grandes instituciones, actualmente.

La Corporación Empresarial, basada en la teoría de la diversificación como fuente de riqueza, está presente en múltiples sectores. A pesar de ser el Holding más grande del mundo, su nuevo Consejero delegado, JEFF IMMELT, tras el cese de su anterior Presidente, JOHN FLANNERY, pone en duda el negocio de varias décadas, basado en la integración de empresas mediante operaciones corporativas, apostando por la venta de Compañías de menor valor o simplemente no relacionadas con la actividad de aquellas que se considera negocio principal, como las relacionadas con la industria de aviación, salud y energía, en las que se decide centrar sus objetivos. Incluso como fórmula para ganar valor a los accionistas, se estudia la conveniencia en el tiempo, de sacar estas últimas a cotizar en bolsa, manteniendo GENERAL ELECTRIC, una posición de control, pero teniendo cada una de ella una gestión independiente en su toma de decisiones y fijación de objetivos.

Terminar con una política errática de inversiones, donde se vende al grupo chino HAIER, por 5,4 mil millones de dólares, la división de electrodomésticos de hogar o la sección de producción de aluminio y se compra, con grandes imposiciones por parte del Gobierno Francés, la firma ALSTOM, después de una inversión de más de 12,5 mil millones de dólares. Al poco tiempo de realizar la inversión, se comprueba que las sinergias previstas en la adquisición, no son tales. Es de dominio público en el sector financiero, la puesta en venta del legendario negocio de las bombillas, debido a la mayor durabilidad de las LEG, así como la división de transportes.

A todos estos problemas, se han unido los derivados de las revisiones periódicas efectuadas por la SEC, donde se ha detectado un error por importe de 15 mil millones de euros en los cálculos realizados con la unidad de seguros del Grupo. Asimismo, la falta de rigor en la gestión del plan de pensiones de los empleados, fue cuantificado en un mínimo de 31 mil millones de dólares. Este dinero, durante años, fue destinado a fusiones y adquisiciones de GENERAL ELECTRIC, en vez de guardarlo para pagar los complementos de pensión de sus empleados. Los tipos de interés bajos, perjudicaron más todavía la situación.

A todo ello se ha unido, una cuantificación de pérdidas, debido al impacto de las nuevas reformas fiscales, estimado en 6,2 mil millones de dólares.

Todas estas situaciones conducen a un futuro donde el grupo se deberá dividir en diferentes filiales que cotizarán, como hemos dicho, por separado,  pero también a fuertes despidos, reducción del dividendo repartido tradicionalmente por GENERAL ELECTRIC y a la venta de activos. No ha servido para nada, el tamaño de la compañía, que le hacía ser considerada como demasiado grande para poder caer.

La crisis real, que salto en el año 2017, le ha supuesto a GENERAL ELECTRIC, presentar unas pérdidas, en el cuarto trimestre de 9,640 millones de dólares y de nada ha servido (más bien han perjudicado) medidas adoptadas como la recomprar de acciones de la Compañía, en un intento de compensar a los accionistas. A lo largo del año 2016/17 está cifra subió hasta los 40 mil millones de dólares. El resultado de todo ello, ha conducido a una reducción de ventas en un 1%, hasta situarse en 112 mil millones de dólares y unas pérdidas globales del ejercicio de 6,2 mil millones de dólares.

Nada tiene que ver está situación con la que dejó el mítico Presidente de GENERAL ELECTRIC, JACK WELCH, quien abandonó su cargo en el año 2001. En aquella época, GENERAL ELECTRIC, que llego a ser la compañía con más valor en Bolsa, era considerada como una empresa dinámica y competitiva, basada en la eliminación de burocracia y la adaptación de métodos novedosos, para la época, buscando medidas de eficiencia. Fruto de todo ello fue que logró multiplicar por cinco el tamaño de GENERAL ELECTRIC.

Pero entre medias, hubo un cambio de estilo y la consolidación del mismo. Las conexiones políticas de GENERAL ELECTRIC con las ideas vigentes por la nueva Administración de aquellos años, le hizo orientar sus negocios. Se apostó por las inversiones en Energía verde, en avances sobre el estudio de la célula madre embrionaria o el apoyo al denominado Plan OBAMACARE. Se convirtió en el brazo inversor, con ánimo de lucro, en los tiempos que gobernó OBAMA. Se demostró que buscar negocio adaptándose a los criterios gubernamentales del momento en las nuevas inversiones, en vez de buscar valor duradero para los accionistas en ellas, fue un error. En los últimos diez años los negocios industriales de GENERAL ELECTRIC, que representa el 45% de la Compañía, han aportado el 90% de los resultados. El tamaño es tan grande, que aunque un buen CEO absorba la información en tiempo y pueda reaccionar instantáneamente, la estructura no permite que está decisiones puedan ser ejecutadas de la forma precisa.

GENERAL ELECTRIC da empleo actualmente a 295 mil personas. En los planes de futuro, se espera al menos una pérdida de puestos de trabajo de al menos 20 mil empleados, así como la puesta en marcha de un plan de ajuste que permita reducir los costos en 2 mil millones de euros. En Europa, principalmente en Suiza, Alemania y Francia, la cifra alcanza los 4.500 puestos, principalmente en los activos adquiridos dos años antes de ALSTOM. Solo la división de GE POWER, soportará 12 mil despidos.

En cuanto a negocios, donde está presente GENERAL ELECTRIC, las desinversiones a realizar serán de un mínimo de 20 mil millones de dólares. La Compañía de valoraciones MOODY´S ha bajado su valoración sobre GENERAL ELECTRIC, como de severo deterioro, fundamentalmente por su división energética.

¿Pero cómo está compuesto GENERAL ELECTRIC en estos momentos?

Actualmente, en su funcionamiento diario, el grupo presenta las siguientes divisiones de trabajo:

  • GE POWER: Lleva el negocio de los servicios de generación de energía, fabricación de motores para gas, turbinas de vapor y generadores y reactores. En esta área se ha incorporado la adquisición de
  • ENERGIAS RENOVABLES: En un negocio con mucha competencia donde se fabrica turbinas eólicas tanto para tierra como para mar abierto, así como es proveedor de soluciones hidroeléctricas. Todo ello lo tiene que fabricar aportando precios asequibles y garantizados en el tiempo. En el año 2016, fusionó la empresa LM WIND POWER.
  • OIL & GAS: Trabaja la tecnología para traer energía a través del petróleo y el gas, fabricando turbo maquinarias, sistemas submarinos de perforación, soluciones digitales, tecnología DOWNSTREAM así como productos y servicios en superficie. Recientemente se ha incorporado la empresa BAKER HUGHES.
  • AVIACIÓN: Fabrica sistemas, presta servicios en la aviación comercial y militar, tanto de ingeniería, servicios y maquinaria, con fabricación propia para sus clientes.
  • CUIDADO DE LA SALUD: Presentes siempre con su tecnología en los hospitales y en las consultas médicas, realiza sistemas de diagnósticos clínicos, soluciones digitales y trabaja en la búsqueda de soluciones científicas mediante sus aparatos.
  • TRANSPORTE: Fabricación de locomotoras y servicios de tren, soluciones digitales, ingeniería diesel y equipamiento.
  • CONEXIÓN ENERGÉTICA E ILUMINACIÓN: Trabaja con la tecnología global para la transmisión, distribución y conversión eléctrica, dando soluciones para la eficiencia energética. Basándose en la iluminación, trabaja para mejorar la potencia y eficiencia energética, buscando oportunidades a través del sistema LED.
  • CAPITAL: Su función es realizar inversiones financieras para facilitar el negocio industrial del Grupo así como a financiar a los clientes. Es una de las divisiones causantes de la crisis actual por lo que se ha procedido a vender parte de sus activos.

Se ha pretendido que la consolidación de todos los negocios cree sinergias de compras conjuntas, a las que denomina GE STORE.

¿Qué negocios pueden sobrevivir en GENERAL ELECTRIC en un futuro?

Las previsiones son que solo se puedan mantener las tres líneas que producen mayor rentabilidad a GENERAL ELECTRIC (todas por encima del 20%): AVIACION, SALUD y ENERGIA. El resto tendrá que ser vendido, para que la empresa recupere fuerzas para crecer. Quedan años de sacrificio y buena gestión.

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