Desde su salida al mercado bursátil en 1988, pocas empresas han cambiado de mano, tantas veces en tan poco tiempo, como es el caso. CAMPOFRIO, pretendía con la salida a Bolsa dar liquidez a los antiguos propietarios así como el  reconocimiento de la  marca por el  mercado.  D. PEDRO BELLVE continuó presidiendo la empresa y pudo contemplar a lo largo del  tiempo como HOMEL FOODS tomaba una participación en la compañía del 21% en 1995 y como en el año 2000, se fusionaba la sociedad con NAVIDUL. En el año 2004 era SMITHFIELD FOODS la que adquiría un 22,4% y como esta compañía finalmente, era adquirida por el grupo chino SHUANGHUI INTERNATIONAL HOLDING, hasta que el grupo mexicano SIGMA en 2013, después de pactar con el resto de socios, era quien se hacía con  el 100% de CAMPOFRIO FOOD GROUP, para formar parte del plan de negocio del Holding empresarial. Demasiados cambios en el accionariado y en la gestión, que no han impedido que en España, encabece  el liderazgo de elaborados cárnicos, junto con el grupo murciano EL POZO.

El grupo mexicano produce carnes frías, lácteos, productos refrigerados y congelados y al igual que CAMPOFRIO FOOD GROUP, de momento, no cotiza en Bolsa. Sus principales mercados son México, con una cuota del 41%, Europa con el 38%,  gracias a la aportación de CAMPOFRIO, Estados Unidos y Latinoamérica con el 14% y el 7%, respectivamente. A pesar de su enorme facturación, cercana a los 6 mil millones de euros, por su posición estratégica, está llamada a crecer en los próximos años, en mercados cercanos, como Colombia, Brasil y Estados Unidos. En Europa, con su filial CAMPOFRIO, también puede plantearse un plan de crecimiento, donde las ventas nacionales representen solo el  40/50% del total. Para ello creemos, ha llevado a término esta inversión.

Las marcas claves con las que opera el Grupo SIGMA, son dependiendo de la actividad, AOSTE, BARS y BERNINA para la comida cocida, VIVA, ZAR y ZURQUI para la carne fresca, CAMELIA, CHEN y DEL PRADO para lácteos y por último CAMPOFRIO, para elaborados cárnicos en Europa.

El negocio del GRUPO SIGMA consolidado, le hace estar presente en 18 países, con 590 mil puntos de venta, 69 plantas industriales, 211 centros de distribución, una flota de 7 mil vehículos de reparto y dar empleo a 44 mil personas. Todo esto nos hace pensar, que esta vez, CAMPOFRIO FOOD GROUP, está integrada en un grupo que apuesta por su crecimiento.

La actitud tomada por la compañía de modernizar las instalaciones de Burgos, después del incendio que tuvo lugar en el año 2014, donde volvió a construir la fábrica, modernizándola y adaptándola a nuevos procesos de producción, en un tiempo record de dos años, consiguiendo aumentar la producción en un 30%, dan muestra de la importancia que CAMPOFRIO FOOD GROUP tiene dentro del GRUPO SIGMA. Todas estas obras, se pudieron realizar mediante el cobro de los seguros de riesgos, que ascendieron a la cantidad de 225 millones de euros.

Centrándonos en las cuentas de explotación de CAMPOFRIO FOOD GROUP, vemos que la rentabilidad es muy escasa, unos años con ligeros beneficios y otros con pérdidas menores, con unas ventas estabilizadas. Un negocio maduro con poco margen. El único año que presenta incrementos fuertes en los resultados es en el 2015, como consecuencia del excedente resultante  entre el cobro del seguro ocasionado por el incendio y el costo real de la inversión realizada. Esto elevó los beneficios a la cantidad de 150 millones de euros.

Sin resultados operativos importantes, estos años la compañía ha ido subsistiendo financieramente a base de aumentar el endeudamiento, que la Banca iba autorizando por la solvencia de los socios así como por la importancia de la Compañía.

El grupo mexicano tiene que establecer un plan de negocio en CAMPOFRIO FOOD GROUP, que le permita ser rentable acorde a la inversión realizada en la compra, los fondos propios de la compañía y su volumen de ventas. CAMPOFRIO representa el 15% de las ventas globales del GRUPO SIGMA y debe aportar al menos, ese porcentaje en el  margen.

Tres líneas son importantes para ello: Sin dejar su producción clásica, apostar por productos con un mayor valor añadido, aumentar los puntos de comercialización y buscar alianzas para incrementar sus ventas en otros mercados. Elevar su cuota de mercado del 16%,  en varios puntos más y que esos traigan consigo, productos con mayor valor añadido.

Pertenecer a un Grupo multinacional implica la responsabilidad de la integración, aportando valor, de tal forma que no vuelva a suceder en un futuro, que la solución final, sea que la compañía acabe en manos de otra empresa del sector, o lo que es peor, en una deriva por abandono, que le haga perder, lo que con tanto esfuerzo se ha realizado, a lo largo de los años.

 

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