El GRUPO BARON DE LEY ha adquirido una importancia relevante dentro del sector, en un tiempo relativamente corto. Fundada en el año 1985 pronto adquiere la bodega EL COTO DE RIOJA. Hasta el año 2.000 comercializó exclusivamente vinos con Denominación de Origen Rioja, cuando decide acometer dos proyectos de menor medida, fuera de la zona tradicional de su actuación, en la Provincia de Valladolid (Ribera del Duero) bajo la denominación BODEGAS MAXIMO. En el año 2004 inicia una actividad complementaria a su producto principal en la provincia de Cáceres, con la Bodega-secadero BARON DE LEY, donde realiza curación de jamones, paletas y lomos ibéricos de bellota. Su filosofía de negocio, para triunfar es sencilla y en ella se ha basado a lo largo del tiempo. Vender vino, con marcas reconocidas por el consumidor, aportándole valor como artículo de lujo y persiguiendo obtener buenos márgenes.

Aunque sus intereses mayoritariamente se situación en la Rioja, el GRUPO BARON DE LEY, con la diversificación comentada de su negocio, tanto en la Ribera del Duero, así como con otros productos diferentes al vino, con productos derivados del cerdo, ha podido testar mercados y productos diferentes que le aportan más cantidad de variedades.

El grupo controlado por la familia SANTOS-RUIZ, es una empresa totalmente saneada, cotizada en la Bolsa de Madrid, valorada por el mercado en 457 millones de euros, el doble que sus fondos propios. BARON DE LEY, sigue la política de no repartir dividendos, empleando los resultados positivos en aumentar sus reservas. Su forma de retribuir a los accionistas, es mediante la amortización o aumento de acciones dentro de la Sociedad. Esto le ha hecho llegar a una situación, donde la mitad del beneficio del GRUPO procede de los intereses financieros derivados del exceso de tesorería, que llega a suponer la mitad del balance de la Sociedad.

Otras partidas donde se puede ver el aumento en el valor de la sociedad, son la situación de las amortizaciones realizadas sobre las inversiones en el inmovilizado material para la producción de su negocio. De los 148 millones de euros invertidos, ya se encuentran amortizados 106 millones. Sin embargo, el valor real de los activos es muy superior. Asimismo, los derechos de plantación están totalmente provisionados a pesar de tener una duración, cuya finalización es en  el año 2030. Estos que son intransferibles, a partir del 2016, pueden previa autorización administrativa, servir para la adquisición de nuevos, que puedan permitir aumentar la cosecha. Por otro lado, el fondo de comercio que pudiera derivarse del valor de las marcas que comercializa BARON DE LEY, tampoco está contemplado en el Balance. En el lado comercial, la rotación de las añadas es óptima, de tal forma que el producto terminado que forma parte de las existencias finales, es mínimo.

Esta estructura conservadora, donde los fondos propios representan más del 70% del Balance y no existe endeudamiento, invita a crecer adecuadamente, ya que si no cabria pensar que la empresa desaprovecha oportunidades existentes en el mercado, en perjuicio de sus accionistas. El nivel de deuda que presenta el GRUPO BARON DE LEY es negativo en un 45,5%.

Sin embargo, BARON DE LEY no es ajeno a las situaciones externas que existen en el mercado. En un sistema competitivo, el 50% ventas realizadas son el mercado nacional y esta cifra se eleva hasta el 80%, si tenemos en cuenta los países miembros de la Unión Europea. Esto le genera alta dependencia de mercados cercanos, sin explotar la capacidad de exportar a nuevos países donde sus productos pueden ser demandados. Sin embargo, para conseguir unas ventas de 95 millones de euros, BARON DE LEY realiza un esfuerzo comercial en publicidad de 3,5 millones de euros. Tal vez, demasiado gasto para tan poca venta, que por otro lado se encuentra limitada por la producción. El 94% de sus ventas provienen del vino y el 95% de ellas, de la Rioja.

Otros gastos que parecen excesivos para la facturación de la compañía son los pagos que realiza por servicios profesionales, 7 millones de euros, el 7,3% de sus ventas, así como las cantidades destinadas a transporte y primas de seguro.

Con una política de mayor crecimiento, apoyada en el conocimiento que posee del mercado, se podría aumentar las ventas, mediante adquisición de competidores, tanto en su mercado de origen, como en otras zonas e incluso, en otros países, siempre que ello aportará creación de valor para el accionista. Para ello, siempre que el negocio sea más rentable que el actual, cuenta con su tesorería, con su capacidad conservadora de endeudamiento así como las diferentes oportunidades que le puede brindar su pertenencia a la Bolsa de Valores. Esto conseguiría que sus gastos generales disminuyeran considerablemente, aumentando considerablemente sus márgenes operativos.

El proceso de trabajo de la bodega se encuentra industrializado, tanto en la viticultura, elaboración, crianza y envejecimiento en barricas de vino. Las plantaciones propias se amortizan en un periodo entre 4 y 5 años, pero independientemente de ello, para cubrir sus necesidades reales, tiene acuerdos a largo plazo con cooperativas y agricultores, independientemente de los viñedos propios, que son utilizados para disminuir la dependencia de terceros y poder controlar el grado de calidad del producto.

El coste de la uva, elemento fundamental, influye menos debido al producto que se realiza, basado en la calidad incorporada mediante el envejecimiento, permitiéndole que sus vinos sean valorados según su fabricación en jóvenes, crianza, reserva y gran reserva. Siendo los 3 últimos el 85% de las ventas. El reserva permite compensar, por su precio de venta final, la subida de los precios de la materia prima.

El efecto climatológico sufrido durante el año 2016, ha provocado un descenso en los márgenes del sector, al cual BARON DE LEY ha sido contrario, pese  a la obtención de menores ingresos financieros. Todo hace pensar que en el año 2017, si se notará de manera mayor las repercusiones negativas del ejercicio anterior. Para llevar a cabo toda esta labor el GRUPO cuenta con una plantilla de 196 empleados, de los que 20 de ellos son los encargados de la comercialización de los productos.

En definitiva vemos en BARON DE LEY, una Compañía con un Balance envidiable, fruto de muchos años de trabajo y que si sus accionistas y directivos lo deciden, se encuentra en excelente posición para aumentar su tamaño, lo que puede provocar abrir nuevos mercados, mejorar márgenes y aumentar valor a su marca.

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