La que fue emblemática compañía de moda, basada en la creatividad de Adolfo Domínguez como autor, en los años 80 y 90, ha dejado de atraer al consumidor. Muchas son las razones por lo que esto ha sucedido y pocas las alternativas de futuro para no sucumbir en una lenta agonía. Vamos a analizar qué sucedió y qué posibles soluciones se pueden adoptar. Todo ello, son solamente proposiciones que avanzamos desde PROBUEN, sin que comprometa a la compañía en la adopción de medidas, que por otro lado, no sugerimos al no haber procedido a realizar un estudio firme sobre ADOLFO DOMÍNGUEZ.

La compañía cumple actualmente 40 años desde su creación por la familia DOMÍNGUEZ y 20 desde su salida a bolsa. Esta  se realizó con dos finalidades. Por una parte, consistía en una escisión de parte de la compañía que pasó a ser propiedad de los hermanos de ADOLFO DOMÍNGUEZ, bajo el nombre de LONIA HERMANOS. Por otro lado, se pretendía realizar una política de crecimiento en apertura de tiendas, que en ese momento ascendían a 120, todas localizadas en España.

La cotización inicial de ADOLFO DOMÍNGUEZ en 1997 daba una valoración a la compañía de 227 millones de euros y en su primer día en el mercado las acciones subieron un 132%.

En 2017 LONIA HERMANOS triplicaba el tamaño de ADOLFO DOMÍNGUEZ, lo que viene a demostrar que no es necesaria una salida a bolsa para crecer, sino que las compañías adquieren valor en función de una correcta planificación. En este tiempo, también de la familia, han surgido dos marcas que gozan de prestigio en el mercado, PURIFICACIÓN GARCIA y BIMBA Y LOLA. Sobre esta última, con una facturación ya superior a ADOLFO  DOMÍNGUEZ, corren rumores del interés de fondos de inversión para su adquisición.

Al cierre del año contable 2017, ADOLFO DOMÍNGUEZ  tenía abiertas 511 tiendas, en sus diferentes modalidades,  tanto de gestión directa, franquicias o corners en grandes almacenes, después de haber reducido el número desde los 695 que llegó a tener en el año 2013. El 58% de las tiendas están situadas dentro de la Unión Europea y el resto diversificadas a lo largo del mundo. Comparando esta situación con la de 20 años atrás, observamos que el tener más puntos de venta o presencia en más países no trae consigo obligatoriamente obtener más margen. La crisis económica se produjo justo en el momento donde tenían establecido un ambicioso plan de negocios, creciendo entre los años 2005 y 2009 de 332 a 600 tiendas.

Ahora está claro, después de los cierres, que en el futuro la compañía tiene que tener a España como principal mercado, dadas sus características y su tamaño. Por otro lado, ha decidido crecer con tiendas en franquicia, donde la inversión es muy pequeña y proporciona más rentabilidad, al mismo tiempo potenciar el e-commerce como sistema de venta.

ADOLFO DOMÍNGUEZ  lleva acumulados 85 millones de euros de pérdidas seguidas desde el año 2012. Todo ello ha supuesto una reducción de sus fondos propios hasta 52 millones de euros, que tras una subida especulativa de la acción viene a ser similar a sus valor de cotización (lo histórico es una cotización con un descuento importante).

Es necesario un plan de choque para levantar la compañía, pero esto se antoja muy difícil de conseguir, con el tamaño de la compañía y su modelo de gestión. Varios cambios en la figura del Consejero Delegado vienen a demostrar la precipitación en sus fichajes y la dificultad de gestionar una compañía donde el fundador sigue ejerciendo las mismas funciones que cuando no cotizaba en bolsa.

No es momento de mirar el pasado, pero hay que tener en cuenta que en la salida de ADOLFO DOMÍNGUEZ la situación del mercado era muy diferente a la actual. MANGO no se había creado y ZARA aún tenía un tamaño muy pequeño.

Hoy ADOLFO DOMINGUEZ tiene unas instalaciones envejecidas por la falta de inversión, que no están acordes con la importancia de la marca. La fábrica y los procesos productivos y maquinaria en su día tuvieron un coste en balance de 70 millones, que actualmente se encuentran totalmente amortizadas sin haberse podido producir un proceso de renovación de las mismas, por falta de generación de recursos en la cuenta de resultados. Esta situación puede llegar a ser crítica de no producirse una vuelta a números positivos.

La falta de credibilidad en el modelo de negocio, le resta capacidad para poder endeudarse, por lo que tiene que financiarse con sus propios recursos, que representan el 71% del total del activo de ADOLFO DOMÍNGUEZ. En estos dos últimos años la compañía ha tenido que vender, aprovechando la magnífica ubicación, de dos locales comerciales en Madrid y Barcelona, que han servido para reducir el endeudamiento.

La estructura de costos se encuentra desproporcionada. En publicidad, fuente importante para dar a conocer la marca y para ventas, la compañía invierte el 3% de su cifra de ventas. Al ir descendiendo la facturación, año a año, esto supone una inversión de 1,3 millones de euros. Por otro lado, de los gastos de explotación, la partida de los pagos por alquileres supone el 50%.

Hay costos muy altos para la situación de la compañía. Por ejemplo, la cantidad de 150 mil euros destinados a honorarios por servicios de auditoría o el sueldo destinado al presidente de la compañía dada la situación actual de la misma.

Desgraciadamente, como sucede en todas las compañías del sector, el 75% de los pagos por importaciones son fruto de compra a proveedores fuera de la Comunidad Económica Europea, como vía para conseguir precios competitivos.

ADOLFO DOMÍNGUEZ, cuyo negocio consiste en diseñar, producir y vender ropa prét-á-porter y accesorios para hombre y mujer, también obtiene ingresos por la cesión de su marca para colonias al Grupo PUIG. Estas cesiones representan unos ingresos de 3 millones de euros anuales. Sus líneas de producto son cuatro:

  • Tiendas ADOLFO DOMÍNGUEZ para hombre y mujer.
  • Tiendas U ADOLFO DOMÍNGUEZ, ideada para un colectivo más joven.
  • ADOLFO DOMÍNGUEZ (+), para mujer y adaptada a volúmenes especiales.
  • ADOLFO DOMÍNGUEZ PERFUMES, como hemos dicho, fruto de un acuerdo de más de 20 años con el GRUPO PUIG, referencia en España en el sector de perfumes.

Es importante hacer mención al núcleo duro de accionistas del grupo. El principal accionista es ADOLFO DOMÍNGUEZ con un 30%, seguido del GRUPO PUIG con el 20%, LIBERTAS 7 y INDUMENTA PUERI con el 10% cada uno y LA PREVISION MALLORQUINA DE SEGUROS con el 7%. Dos de los accionistas pertenecen al sector, sin contar a ADOLFO DOMÍNGUEZ. Estos son el GRUPO PUIG e INDUMENTA PUERI, perteneciente al grupo malagueño MAYORAL.

El GRUPO ADOLFO DOMÍNGUEZ, independientemente de mejoras en los resultados, se encuentra en una situación complicada. Está claro que no parece tener sentido permanecer como marca única y por lo tanto, no sería de extrañar un acercamiento por parte de otros grupos del sector.

Independientemente del valor de la marca, la posición privilegiada que puede presentar la compañía es su cotización en bolsa, lo que la hace atractiva para una posible fusión con un grupo más grande, que pueda realizar una operación que termine con una fusión y posterior dilución en una compañía de mucho mayor tamaño. Recientemente, en otro sector se ha dado el caso de NATRACEUTICAL con REIG JOFRE, donde se aprovechó la cotización de la primera para ser absorbida por la segunda. Hoy cotiza bajo la marca REIG JOFRE y las acciones de la primera forman parte del capital de la segunda.

Dos son los grupos que pudieran estar interesados en este tipo de operaciones.

  • CORTEFIEL, que pronto pasará a denominarse TENDAM, GLOBAL FASHION RETAIL, donde están presente los fondos CVC CAPITAL PARTNER y PAI PARTNERS. El grupo factura 1.000 millones de euros y tiene anunciada su salida a bolsa, para finales del año 2018.
  • MANGO, con una facturación superior a los 2.250 millones de euros.

En ambos casos, la nueva sociedad quedaría muy lejos tanto por resultados como por facturación, con los 20 mil millones del GRUPO INDITEX.

Esta operación podría dar liquidez a todos los socios que quieren salirse, entrada a nuevos fondos, pero sobre todo, captación de recursos, que bien administrados, permitirían el crecimiento del nuevo grupo creado.

No siempre sucede lo que posiblemente sea más rentable y pueda aportar más valor a las compañías. Hay muchos intereses en juego y no todos tienen que apuntar en la misma dirección. Lo cierto es que el mundo de la moda, cada vez más, está copado por grandes marcas, con las que resulta muy difícil competir si no se poseen unos productos muy especializados y diferenciados.

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