Creada en el año 2007, ninguno de sus cuatro fundadores, JACK DORSEY, EVAN WILLIAMS, MARTHA LANE FOX y BRET TAYLOR, llegaron a pensar en algún momento, que diez años más tarde, TWITTER tendría la importancia que ha llegado a tener, tanto en influencia como en número de seguidores. Esto se refleja en cifras tales como tener 500 millones de seguidores alrededor del mundo (el 8% de la población total mundial), de los cuales 350 millones hacen un uso activo de la plataforma, por la que se realizan 65 millones de tweets todo los días, utilizándose en más de 40 idiomas y una implantación de negocio donde Estados Unidos representa el 61% de sus ventas y el resto del mundo, 39%. Sin embargo y por el contrario, la compañía no ha podido despegar económicamente, necesitando continuas inyecciones de capital para poder financiar este crecimiento, no habiendo sido capaz de generar resultados positivos, en todos estos años desde su fundación. Bien es cierto, que en los inicios se prefirió ponderar el crecimiento en la velocidad del aumento del número de seguidores frente a la publicidad, utilizando para ello las aportaciones dinerarias de empresas de capital riesgo, ya que se entendía que con mayor cantidad de usuarios, mayor captación de recursos se podría obtener posteriormente.
Desgraciadamente, no ha sido así y su futuro va a depender del apoyo de sus datos y contenidos y el provecho que este genere vía ingresos, como sucedió en el año 2015 con la asociación con la Liga Nacional de Futbol en Estados Unidos.
TWITTER permite a sus usuarios compartir información instantánea sin barreras, de tal manera que el usuario tiene constancia de cuanto sucede, en el mismo momento que acontece. Este usuario puede enviar mensajes, tanto en público como en privado, con 140 caracteres o tweets. El crecimiento futuro se basará en la investigación de nuevos productos que añadan rapidez a productos como el streaming video, entre otros, que permita a la simultaneidad de los acontecimiento la visión de los mismos en tiempo real, con el objeto de informar de lo que sucede en cada momento visualmente, en cualquier parte del mundo. Los productos TWITTER son el primer servicio que permite a través de una plataforma global mantener conversaciones en tiempo real. Para ello ha desarrollado un nuevo producto denominado PERISCOPE, como aplicación para móvil que permite la conexión con videos en directo.
Su futuro depende de sus usuarios y del uso que hagan de la plataforma, así como de la posibilidad de aumentar la publicidad agregada al negocio. Crecer, en ambos sentidos, usuarios y publicidad, es vital, pero en cualquier caso, también depende de sus competidores y sus posibles avances tecnológicos y de servicios y es ahí, donde están presentes compañías de mayor tamaño y bien estructuradas como FACEBOOK (incluyendo INSTAGRAM y WHATSAPP), GEOOGLE (también con YOUTUBE) Y SNAP. También es competencia, aquellas compañías en incubadora, que se dedican a desarrollar aplicaciones para móviles y que actualmente puedan estar en marcha, con novedades mejor valoradas por los futuros usuarios.
Financieramente, la sociedad se mantiene por la aportación que realizan sus socios o terceros para su supervivencia. Todo esto ha supuesto que en 10 años, TWITTER no haya podido tener resultados positivos, ni por lo tanto repartir dividendos, así como por sus atípicos ingresos, no pueda existir una predicción clara de sus resultados futuros. Todo ello lleva a una situación de rumores continuos de venta, que dificultan la gestión diaria de la compañía. APPLE, GOOGLE o MICROSOFT, están entre los más nombrados.
Por otro lado, falta profesionalidad e independencia en el equipo gestor. La compañía que tiene un Consejo de dirección de 12 personas, 5 de ellos siguen siendo los fundadores, aunque su participación haya quedado disminuida, compartiendo un pensamiento único de gestionar TWITTER.
Seis años después de su fundación TWITTER decidió dar el salto a la Bolsa, como medida para poder obtener recursos en un futuro. También, EN 2010 decide empezar a captar publicidad, mediante tweets de empresas. En ese momento de la venta de las acciones, estas se colocaron a un precio de 26 Dólares, el doble del precio actual de cotización. En un proceso especulativo sin fundamento real, en su momento, existió una escalada vertiginosa del valor hasta los 74 dólares, basada en expectativas y no en fundamentos reales de negocio.
Tal es así, que en el año 2016 se han tenido que volver a emitir nuevas acciones, suscrita por un socio tecnológico, para poder financiar la Compañía. Si esto no llega a realizarse, TWITTER tendría que haberse endeudado, mostrando dificultades para poder devolver los préstamos, o falta de interés por parte del acreedor en poder convertir deuda en acciones.
¿Cómo puede afrontar TWITTER su futuro? La compañía con su base de clientes, debe tener futuro. Por otro lado, esto mismo le hace apetecible para cualquier competidor. Pero no por ello debe dejar de tomar las medidas necesarias.
Fundamental y lógico, es la eliminación de costos en áreas que no sean productivas para la compañía. El costo de las ventas, es insignificante en relación a la facturación. Cualquier compañía desearía que fabricar su producto solo significara el 37% de la inversión necesaria para tenerlo listo para su venta. Donde realmente TWITTER tiene problemas que le impiden ser rentable, es en el gasto destinado a ventas (38%), que supone en comercialización más dinero que en producción. Asimismo sucede con Investigación (28%) y gastos de estructura y administrativos (12%).
La única solución, y en eso debe implicarse todo el equipo humano, es tener unos ratios razonables. El crecimiento en audiencia debe ir acompañado en fuertes aumentos en facturación. La compañía debe marcarse un objetivo de subir su facturación entre un 70/100%. Esto resulta posible si tenemos en cuenta los recursos con los que cuenta, tanto en fondos propios como en usuarios, así como potenciales empresas anunciantes. A estos últimos, hay que atraerlos y retenerlos, fomentando plataformas de autoservicio y técnicas de medición de resultados.
La investigación, siendo necesaria, con el aumento de las ventas, no puede suponer más del 10% de la facturación. El marketing y publicidad no debe superar un porcentaje aproximado del 15% y los gastos de estructura deben ser del entorno del 5%. La compañía dadas sus pérdidas continuas, no ha tenido que pagar impuestos, con los que cuenta con fases impositivas negativas para varios ejercicios.
Solo de esta manera la compañía podrá conseguir la motivación de sus 3.500 empleados, justificar e incrementar su valoración actual en Bolsa (13 mil millones de dólares), remunerar a sus accionistas con dividendos crecientes y convencer al sector publicitario que utilizar su servicio resulta rentable para sus clientes.
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