Del proyecto inicial de fusión llevado a cabo  hace ya dos décadas entre la CORPORACIÓN INDUSTRIAL EGAÑA y el GRUPO AFORASA, ambas empresas de origen vasco y con actividad principal centrada fundamentalmente en la fabricación de productos auxiliares ligados a la industria del  automóvil, surgió, gracias a una serie de factores como fueron el establecimiento previo de una buena planificación en todos los ámbitos del negocio, la realización de una apuesta clara por la internacionalización, la diversificación geográfica y el haber logrado realizar un crecimiento a base de la adquisición de empresas de menor tamaño capaces de aportar valor añadido a la actividad principal, la compañía CIE AUTOMOTIVE, unos de los grandes líderes del sector a nivel mundial. A fecha de hoy puede estar orgullosa de ser una multinacional española, con sede en Bilbao, que se encuentra entre las empresas que cotizan en el selectivo índice IBEX-35 de la Bolsa de Madrid, con una capitalización bursátil situada en el entorno de los 2.880 millones de euros.

Previamente en el tiempo habían sucedido importantes acontecimientos en ambos grupos que permitieron que se dieran las circunstancias oportunas para la realización de la operación. Javier Egaña, empresario de Zaldívar (Vizcaya) propietario de EGAÑA S.A., compañía especializada en la estampación metálica para vehículos, aportó su negocio a cambio de una participación minoritaria en el INSTITUTO SECTORIAL DE PROMOCIÓN Y GESTION DE EMPRESAS (INSSEC), holding empresarial que contaba entre sus partícipes con inversores de renombre como Juan Abelló, la familia Riberas (propietarios de GESTAMP), Abel Matutes, Antón Pradera (presidente actual de CIE AUTOMOTIVE) y el propio BANCO DE SANTANDER, entre otros. Esta compañía tenía como objetivo principal agrupar diversas industrias familiares de tamaño pequeño y mediano afincadas fundamentalmente en el País Vasco, con la intención de poder ganar en competitividad conjuntamente y así crear un grupo de mayor tamaño capaz de competir con otros fabricantes consolidados y que ya contaban con presencia internacional. De esa época destacan las compras de empresas como UDALBIDE, INYECTMETAL, TARABUSI, ORBELAN PLASTICOS, TRANSFORMACIONES METALURGICAS y la creación de AUTOKOMP INGENIERIA, así como otra serie de inversiones en el extranjero como fueron las adquisiciones de UNITOOLS PRESS CZ (República Checa), PLASFIL PLASTICOS DE FUGUEIRA (Portugal), AUTOMETAL (Brasil) y la implantación en México.

Por otro lado, se situaba el grupo AFORASA, dedicado a la fabricación de aceros especiales y forjas de estampación, que contaba entre sus socios con entidades de la importancia del GRUPO ACERIAS Y FORJAS DE AZCOITIA, la CORPORACIÓN PATRICIO ECHEVARRIA y a SOCADE (SOCIEDAD DE CAPITAL DE DESARROLLO DE EUSKADI).

A pesar de ello, ambas compañías por separado presentaban cifras relativamente pequeñas en sus balances. AFORASA a cierre del año 2000 facturaba 191 millones de euros y EGAÑA por su lado 194 millones, y mientras que la primera daba empleo a 2.171 trabajadores, la segunda tenía en plantilla a 1.239 personas. Del balance consolidado entre ambas empresas se creaba un grupo nuevo que contaba en su inicio con unos fondos propios de 151 millones de euros y un activo total de 538 millones de euros, nada que ver con los datos que presenta hoy CIE AUTOMOTIVE, donde como hemos dicho anteriormente, cuenta con una capitalización bursátil de 2.880 millones de euros, fondos propios a cierre de junio 2021 de 1.198 millones de euros, y eso sí, un pasivo total de 5.187 millones de euros.

Como dato significativo también podemos destacar que al cierre del año 2020, y teniendo en cuenta la repercusión negativa que el efecto COVID-19 ha tenido en todas las empresas del sector al que pertenece CIE AUTOMOTIVE, la facturación de la compañía ascendió a 2.942 millones de euros, con un descenso del 17,5%  con respecto a la obtenida el año anterior, logrando obtener un beneficio de 195 millones de euros, que pese a considerarse unos resultados positivos dadas las circunstancias acontecidas, suponía un descenso del 32 % con respecto al ejercicio previo.

En los 6 primeros meses de este año, dada la mejoría de la situación económica a nivel mundial y los esfuerzos realizados por la compañía en contención de gastos y adaptación al nuevo contexto creado, CIE AUTOMOTIVE vuelve a la senda de los buenos resultados con crecimientos elevados tanto en sus ventas finales (39%), EBITDA (97%) como en resultados netos (154%) si se compara con el primer semestre del año precedente, momento más duro de la pandemia.

De los socios iniciales que participaron en el nacimiento de CIE AUTOMOTIVE todavía quedan en su accionariado aquellos que realmente tenían vocación industrial, destacando entre ellos ACEK, perteneciente a la familia Riveras, con el 15,69%, ANTON PRADERA con aproximadamente 10% y ELIDOZA (10,89%), sociedad donde las herederas de Javier Egaña han agrupan su participación.

A ellos en el tiempo se le han añadido nuevos socios financieros e industriales entre los que destacan la CORPORACION FINANCIERA ALBA (también cotizada en bolsa y bajo la órbita de la Familia March), ADDAVIA CARTERA, sociedad de la familia Salegui, anteriores propietarios hasta su venta de TRANSPORTES LA GUIPUZCOANA, los fondos de ALANTRA ASSET MANAGEMENT y el grupo indio MAHINDRA & MAHINDRA, fabricante de componentes de automoción con quien CIE AUTOMOTIVE ha suscrito una alianza estratégica y posee una sociedad conjunta denominada MCIE, que en su conjunto todos ellos representan más del 30% del capital social.

CIE AUTOMOTIVE EN LA ACTUALIDAD

La compañía es en la actualidad un importante proveedor de componentes, conjuntos y subconjuntos, que realiza su actividad dentro de la industria del automóvil contando entre su catálogo de productos fabricados para terceros con piezas para el equipamiento del interior y exterior de automóviles, cajas de cambios, chasis y carrocerías, sistemas para los techos, piezas de transmisión y frenos, cajas de cambio así como piezas especiales para camiones. Sus divisiones más importantes son las dedicadas a sistemas de techo (23% de la facturación total), forja (19%), mecanizado (19%), estampación y conformado de tubo (17%), aluminio (10%), plástico (9%) y fundición (3%), según los datos facilitados por la propia empresa al cierre del año 2020.

Para la producción de todos estos productos CIE AUTOMOTIVE cuenta con 110 fábricas (incluyendo 10 centros de investigación) en un total de 16 países, 20 de ellas en España, siendo India (20), Brasil (12), México (12) y Estados Unidos (7) el resto de lugares donde cuenta con mayor implantación presencial. Estas fábricas se encuentran cerca de los centros productivos de sus clientes al objeto de poder garantizar en todo momento la respuesta en tiempo y forma de los pedidos demandados. Ello ha sido posible gracias a la compra en estos últimos 20 años de más de 70 compañías, que le han permitido gracias a la tecnología obtenida y vía integración de sus equipos, convertirse en una gran marca global, gozando de una enorme diversidad geográfica así como contar con poder para atender adecuadamente las necesidades de su clientela. La última de estas adquisiciones ha sido la realizada a lo largo del año 2020 con la italiana SOMASCHINI que, si bien ha supuesto una inversión total de 77,1 millones de euros, le podrá aportar en el futuro unas ventas agregadas adicionales superiores a los 70 millones de euros, y sobre todo, obtener una mayor especialización en sistemas de engranaje para vehículos donde la compañía adquirida está altamente especializada.

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La política seguida por CIE AUTOMOTIVE de integración de marca de todas las sociedades adquiridas, no le ha hecho perder a las mismas su carácter local. Por un lado, el 92% de los proveedores de las fábricas continúan siendo locales, eso sí, bajo vigilancia de la matriz, siendo la suma del importe económico realizado a estos suministradores cercano al 80% del total de las compras realizadas. Por otro lado, el 89% de las plantas cuentan con gerentes locales que rinden cuentas de su gestión a la cabecera. Con todo ello, la compañía persigue descentralizar la toma de decisiones y mejorar el funcionamiento interno dotando a su estructura de flexibilidad para poder así adaptarse en cada momento a la situación existente.

Entre sus ventas, el 70% de las mismas son realizadas a los principales fabricantes de automóviles a nivel mundial y el 30% restante es efectuado a grandes empresas catalogadas como TIER 1. Solo 10 de sus principales clientes (DAIMLER, CHRYSLER, VOLKSWAGEN, RENAULT, GENERAL MOTOR, MAGNA, FORD, PSA, MAHINDRA y NISSAN) suponen el 50% de la facturación del grupo, y dada la categoría de estas marcas, tanto por presencia como por prestigio y solvencia económica, dotan de gran estabilidad a las cuentas anuales del grupo.

Los principales mercados donde se encuentran sus clientes son el norteamericano, principalmente Estados Unidos y México, donde se concentran el 25,7% de las ventas del grupo y la compañía obtiene el 35,7% de su EBITDA final; el europeo, donde trabaja tanto CIE AUTOMOTIVE (29,2% de las ventas y 25,8% del EBITDA) como MCIE EUROPA (12,3% de la facturación y 6,4% del EBITDA); Asia, fundamentalmente India y China, con el 26,4% de la cifra de negocio y una aportación del 25,7% del EBITDA total; y por último Brasil, que por sí solo representa el 6,4% de los ingresos y reporta el 6,8% del EBITDA.

CIE AUTOMOTIVE empleaba entre todos sus centros operativos a nivel mundial a 25.196 trabajadores al cierre del año 2020, cifra menor de los 28.124 con que contaba un año anterior, si bien esta caída fundamentalmente es debida a la reducción de personal producida por los ajustes de producción como consecuencia del COVID – 19. De ellos 2.333 trabajadores realizan sus actividades en las fábricas que la compañía cuenta en España.

El país en el que CIE AUTOMOTIVE cuenta con más empleados es India, donde hace año y medio trabajaban 8.772 personas, cifra que a finales de 2020 había descendido a 6.744 (-23%).

Preocupante es si analizamos el promedio de remuneraciones que paga la compañía a sus empleados por su actividad laboral. El salario medio con que se remunera a los empleados con edad inferior a los 30 años es de 7.896 euros anuales, la brecha salarial entre lo que perciben hombres y mujeres por similar trabajo se sitúa en el 7%, y del total de la plantilla del grupo, más de 16.600 empleados perciben un sueldo que oscila entre los 10.846 y los 12.584 euros al año.

Por eso la importancia de que la empresa apueste claramente por la fabricación de productos que realmente aporten valor a su cartera, descartando aquellos de escasa o baja rentabilidad. Estos tiene que servir para poder diferenciarse de la oferta de  sus competidores, facilitando el impulso de una política activa de inversión tendente a  fomentar la adaptabilidad de la maquinaria a diferentes situaciones mediante sistemas avanzados de robotización, consiguiendo con ello ampliar la capacidad para elevar rendimientos de producción en momentos claves, así como reducir la misma en entornos desfavorables,  todo ello sin descuidar el objetivo final de reducir el stock pendiente de venta en almacén.

Pese a que los resultados que presenta CIE AUTOMOTIVE en líneas generales se pueden considerar óptimos (EBITDA y EBIT siempre superiores al 15% y el 10% respectivamente), la firma está expuesta, como el resto de sus competidores, a una serie de circunstancias de mercado sobre las que debe incidir adecuadamente cara al futuro.

Por un lado, ha de tener en cuenta las tendencias en el sector hacia la venta por parte de los fabricantes de vehículos de coches eléctricos, que ya llegan en la actualidad a representar un 3% sobre el total al mismo tiempo que los híbridos suponen un 10%, lo que le obligará a realizar cuantiosas inversiones en I+D con el objetivo de situarse en una posición líder frente a su competencia.

A su vez, debe realizar otro tipo de cuantiosas inversiones en las fábricas para adaptarlas a las nuevas regulaciones medioambientales dentro de un contexto nada fácil, donde existe una sobreproducción y donde los fabricantes de automóviles están llegando a acuerdos cada vez más frecuentes de concentración y fusión con el objetivo de ganar en competitividad.

Y es aquí donde los accionistas quizás debieran hacer un esfuerzo adicional. CIE AUTOMOTIVE, que en los momentos más difíciles ha demostrado su capacidad de generar resultados positivos, tal vez tenga un balance demasiado pesado que a largo plazo merece la pena mejorar. Frente a unos fondos propios a 30 de junio de 2021 de 1.198 millones de euros, el resto del pasivo (3.157 millones de euros) es deuda tanto con bancos como con proveedores y otros acreedores, que si bien se encuentra adecuadamente negociada, no deja de ser una debilidad y puede en un futuro generar una tensión no deseada.

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Esta tensión se ve claramente si se compara la deuda contraída con proveedores pendientes de pago, que asciende a 1.014 millones de euros al cierre del primer semestre de 2021, con la cantidad pendiente de cobro de los clientes que se encuentra por debajo de los 400 millones de euros, lo que pone de manifiesto un posible desfase en tesorería en condiciones desfavorables de negocio.

Esta situación y las incertidumbres sucedidas en pleno efecto de la pandemia hizo solicitar y obtener por parte de la compañía un préstamo ICO por importe de 442 millones de euros, que en otras circunstancias tal vez no hubiera sido necesario solicitar.

Frente a esta situación en principio no preocupante, dada la solidez de las cifras globales obtenidas, la experiencia en la gestión de los equipos directivos y la trayectoria pasada de la empresa, destaca la elevada retribución a los accionistas, que puede llegar a poder ser considerada como demasiado ambiciosa en el contexto actual.

En el año 2020 los accionistas percibieron un dividendo de 93,9 millones de euros, a los que habría que añadir otros 95,4 millones de euros que CIE AUTOMOTIVE destinó de su propia caja para reducir el capital social de la compañía en una clara operación que beneficia a sus partícipes.

A ello hay que añadir, por el efecto de salida de caja, la inversión realizada por CIE AUTOMOTIVE durante el año 2020 consistente en el aumento de la participación financiera en la sociedad conjunta con el grupo indio MAHINDRA, hasta alcanzar el 60% en el capital de MCIE. Esta compañía, que cotiza en la Bolsa de Bombay, tiene una capitalización bursátil actual de 748 millones de euros.

Todo lo expuesto es una continuación de una política financiera pensada en beneficiar principalmente a los accionistas, aun en perjuicio de posibles empeoramientos de la situación de proveedores y empleados. Desde el año 2018 CIE AUTOMOTIVE ha distribuido vía dividendos 246 millones de euros a lo que habría que añadir un dividendo extraordinario entre sus partícipes cuando se repartió entre los accionistas la participación del 50,01% que la compañía ostentaba en GLOBAL DOMINION ACCESS y que calculamos tenía un valor de aproximadamente 390 millones de euros.

Otro tema que sorprende del análisis de la firma es la distribución del pago del impuesto de sociedades por países donde ejerce su actividad en el año 2020. De los 43,3 millones a que ascendió esa cifra, 23,7 millones se pagaron en México, 9,9 en China y solamente 2,5 millones en España, país este último donde tiene su sede social y que le concedió por otra vía y en ese mismo año una subvención por la realización de sus actividades productivas de 2,7 millones de euros.

En los cuadros anexos se muestran los principales datos de CIE AUTOMOTIVE que el lector puede consultar al efecto de tener una mejor valoración de la compañía y su actividad.