Constituida en 1989 para la explotación de una primera tienda franquiciadora de la marca DOMINO´S PIZZA en la Ciudad de México, 29 años más tarde el grupo ALSEA es uno de los líderes de su sector a través de la gestión mediante diferentes tipos de acuerdos de más de 2.900 establecimientos de comida rápida así como cafeterías y negocios relacionados, contando actualmente con una fuerte presencia en México (su país de origen), Argentina, Chile, Brasil, Colombia y España.
Entre las marcas de terceros que trabajan, las más conocidas son la propia DOMINO´S (más de 1.000 tiendas), STARBUCKS (1.003) y BURGER KING (665). Esta cartera se incrementa con locales de denominaciones tan conocidas como VIPS (México), ITALIANNIS y HOLLYWOOD, entre otras muchas. En total el grupo proporciona más de 72 mil empleos directos en sus diferentes actividades.
Desde sus inicios el crecimiento de ALSEA ha sido imparable y este se ha visto últimamente todavía más acrecentado debido a diversas operaciones corporativas realizadas recientemente.
Como tal pueden ser considerados los recientes acuerdos alcanzados con la norteamericana STARBUCKS COFFE COMPANY para representar y gestionar a la marca comercial en todos los establecimientos que posee en Francia, Bélgica y Luxemburgo, así como la adquisición del grupo SIGLA en España, que permite incorporar a la estructura del grupo mexicano los negocios regentados por esta compañía en España, muchos de ellos de reconocido prestigio como las CAFETERÍAS VIPS, VIPS SMART, RESTAURANTES GINOS, STARBUCKS, FRIDAYS o WAGAMAMA.
Con esta operación ALSEA consigue reforzarse en España, donde ya estaba posicionada desde 2014, tras la compra realizada del Grupo ZENA al fondo de inversión CVC.
De su trayectoria, posicionamiento, fortalezas incorporadas y riesgos, tanto intrínsecos al negocio, como aquellos que puedan derivarse por los mercados donde opera ALSEA, trataremos de forma resumida de analizar en este trabajo.
INICIOS Y CONSOLIDACIÓN. MODELO DE NEGOCIO. RIESGOS Y FUTURO
El acierto inicial, que constituye la esencia del negocio actual, fue tener una visión de las posibilidades que podía desarrollar la implantación en México de las concesiones de DOMINO´S PIZZA, STARKBUCKS y BURGER KING, así como constituir un negocio propio a través de DISTRIBUIDORA E IMPORTADORA ALSEA, como responsable del eficaz abastecimiento de todos los productos necesarios para las diferentes plataformas comerciales, garantizando la logística, calidad y sinergias a nivel global. En ello tuvo que ver también la política seguida de crecimiento mediante arrendamiento o compra de locales comerciales para nuevas aperturas con excelente visión y posicionamiento.
El impulso de los fundadores y todavía gestores del grupo, la familia TORRADO, que supieron posicionarse en alianza con las marcas que comercializaban en otros mercados de América del Sur, así como adecuar un fuerte ritmo de inversiones, asumiendo riesgos mediante el crecimiento del endeudamiento y reinvirtiendo en el propio negocio los resultados, así como la posterior salida de la compañía a cotizar en el mercado bursátil, son las principales claves de la evolución pasada del grupo.
Precisamente, fruto de este crecimiento constante en aperturas de locales e incremento de las ventas, tanto originados en aumento por establecimiento como por las nuevas áreas de superficie comercial, a partir del año 2010 el grupo se percató de lo que podía convertirse en una contingencia negativa en las valoraciones que sobre ALSEA pudieran realizar potenciales inversores, y que por lo tanto pudieran ser causa del no reconocimiento por parte del mercado del potencial futuro de la compañía. La enorme exposición geográfica a los países de América del Sur, donde hasta la fecha originaba todo su negocio, era el fondo de la cuestión. La percepción de riesgos políticos, como los actuales existentes en México, ó de índole económica como la situación que se vive en Argentina, aportaba inestabilidad, y restaban en el tiempo fiabilidad a la sostenibilidad de la cuenta de resultados en relación a otros grupos de similar tamaño que contaban con una presencia en zonas más estables.
La devaluación de valor del peso con respecto a la evolución del dólar y el euro, la política de crecimiento con endeudamiento de la compañía y el posible cambio en los gustos de los consumidores respecto a una alimentación a base de productos con menor contenido calórico, unido a la pérdida de poder adquisitivo de la clientela fruto de la fuerte inflación, no repercutida en los salarios de las familias, constituían entre otras consideraciones causas que preocupaban y obligaban a tomar nuevas decisiones. A todo ello, había que considerar los fuertes compromisos adquiridos, por otra parte siempre cumplidos, con las multinacionales a las que representaban, y que en una situación límite podían verse expuestos.
A pesar de ello, la gestión de la compañía en Bolsa era brillante, y una acción de ALSEA cuyo valor unitario se situaba en el año 2005 en 6,94 dólares, a finales del año 2017 se pagaba a un precio de 64,34, diez veces más.
Aún así, tal como ha sucedido con el mercado bursátil mundial a nivel general, en el último año la compañía ha visto como su valor perdía un 20%, aunque pese a ello mantiene una capitalización bursátil en euros de 950 millones, casi cuatro veces sus fondos propios.
Siendo ALSEA una compañía de mayor tamaño en sus fundamentales en comparación con la recientemente cotizada AMREST, dueños de TAGLIATELLA y con más de 2 mil restaurantes operados de KFC, PIZZA HUT, STARBUKS o BURGER KING en países del Este de Europa, Rusia, Reino Unido, España y Oriente Próximo en menor medida, se encuentra sensiblemente en una capitalización inferior. La compañía polaca-española se valoró en su salida a Bolsa en una cifra superior a los 2 mil millones de euros, a pesar de tener una cifra de negocios, márgenes y resultados brutos muchos menores que la mexicana.
Para reequilibrar su presencia territorial, ALSEA tomó dos decisiones estratégicas muy significativas: la adquisición del GRUPO ZENA en 2014, y el anunciado acuerdo producido en el último trimestre del año 2018 con el grupo SIGLA. Todo ello, le ha permitido la entrada en el mercado español y portugués, con marcas muy reconocidas y de gran presencia, a la vez que en un futuro le sirve de puerta de entrada a otro tipo de operaciones en los países del Mercado Común Europeo.
Aunque ambas operaciones han sido realizadas a precios elevados, bien gestionadas pueden aportar mucho valor a ALSEA.
Con la compra mayoritaria de las acciones del GRUPO ZENA se hizo con más de 400 restaurantes de comida rápida que operaban con las marcas DOMINO´S PIZZA, BURGER KING, FOSTER´S HOLLYWOOD, CAÑAS Y TAPAS, LA VACA ARGENTINA y otras de menor tamaño, así como la propiedad de los derechos de franquicias futuras en la península de las dos primeras.
En estos últimos años la familia ARANGO, fundadora del grupo SIGLA, aquejada durante los años de crisis en España, por su endeudamiento y escasa rentabilidad, tuvo que dar entrada en su capital al fondo PROA CAPITAL, al fin de poder refinanciar su endeudamiento bancario y dar estabilidad a su situación patrimonial y de negocio.
Pero este era un acuerdo temporal, y todas las partes afectadas han aprovechado las mejores perspectivas económicas para buscar una solución lógica para ambos grupos. Los propietarios de SIGLA han conseguido una valoración neta de 500 millones de euros, muy por encima de las manejadas en años anteriores y ALSEA consolida su presencia en España con más de mil establecimientos que operan con marcas tan reconocidas como VIPS ó GINOS.
El peso del negocio en España de ALSEA, sobre el total de la compañía, crece sustancialmente. En el año 2017 las ventas de SIGLA fueron superiores a los 400 millones de euros, lo que supondrá aportar un aumento superior al 40% en la facturación final del próximo ejercicio en los ingresos consolidados.
Una compañía con mayor tamaño, aunque sea asumiendo un mayor endeudamiento, tanto el que ya tenía como el propio con el que contaba SIGLA, presencia en más mercados, experiencia y buena gestión, puede tener un futuro más brillante para en el tiempo volver a plantearse nuevas alianzas estratégicas con otros grandes operadores que beneficien a los socios. Al menos en el pasado ALSEA ha sabido llevar a cabo esta estrategia. Y de momento no hay ninguna señal que no pueda seguir haciéndolo.
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