EL SECTOR LÁCTEO EN ESPAÑA

El Sector lácteo nacional está viviendo una época nueva de lenta transformación, consecuencia de diversos factores que acontecen y que le afectan directamente.

La liberalización del sector, por las normas dictadas por la Unión Europea, aún reivindicadas en su mayoría como una medida necesaria, en el momento de su puesta en marcha, no parece tan atractiva como se confiaba. Varios son los factores que complican la decisión tomada, empezando porque España es el único país que necesita importar –1/3 de la leche cruda se trae de Francia- para abastecer el consumo interno. Esta medida ha fomentado el aumento de la producción al no existir cuotas, consiguiendo con ello, una bajada en los precios de referencia finales, que ha perjudicado en última instancia al ganadero.

Medir la producción necesaria, fomentando la transparencia y la previsión de consumo, se hace necesario en un momento que, consecuencia de los nuevos hábitos y de la crisis económica, se está experimentado leves descensos en el consumo. Nuestros vecinos son excedentarios tradicionales, con lo que no existe mercado para vender nuestros sobrantes. Una ilusión que parecía la panacea para toda Europa, como es el mercado Ruso, se ha visto anulado por los efectos consecuencia del cierre de fronteras a los productores europeos por el bloqueo vigente.

El consumo de productos lácteos en España, es la mitad de la de nuestros vecinos europeos, 185 kilos año, no valorándose por el consumidor los efectos positivos que trae consigo.

El sector de la producción también se ve perjudicado por su tamaño. En la mayoría se trata de pequeñas explotaciones familiares, que poco a poco van desapareciendo, haciéndose necesario un plan que fomente la concentración de explotaciones a la vez que su transformación y modernización. La industria ganadera es una fuente vital de ingresos para la economía rural y su abandono puede producir efectos de desertización en muchas pequeñas localidades.

No tiene sentido que en determinados momentos un litro de leche se haya pagado más barato que su equivalente en agua.

Es un sector donde realmente la Industria es quien ostenta el poder, el ganadero no tiene más remedio que conformarse con el precio recibido. Va cogiendo importancia cada vez más el peso del Consumidor, en una doble tendencia, ó comprando el precio más competitivo por necesidades económicas, o exigiendo diferenciación en los productos adaptándose a las nuevas necesidades de consumo – la leche semidesnatada representa el 43% de nuestras compras, frente al 29% y 28% de la leche desnatada y entera-. Las compras se realizan en un 53% en los supermercados, seguidos de centros comerciales y tiendas de barrio.

En cuanto a derivados lácteos nuestros gustos se decantan en un 42,6% por los yogures, seguidos del queso.
El distribuidor del producto realmente tiene un papel logístico y de colocación en el punto de venta, con lo que se consigue que las cuatro patas intervinientes – Ganadero, Industria, Distribución y consumidor – no estén interrelacionados.

Sin embargo, el sector tiene vital importancia para nuestra economía. Toda la cadena láctea genera un movimiento económico entre 12/13 mil millones de euros, y da trabajo, de una forma directa ó indirecta, a cerca de 80 mil personas. Esta cifra económica representa el 2% de toda la producción industrial del país.

España es el séptimo productor europeo de leche de vaca, con una recogida de 6,651 millones de Toneladas, frente a Alemania, primer productor, con 31 millones de Toneladas. Entre ambos están Francia, Reino Unido, Países Bajos, Italia y Polonia.

De consumo más reducido, es la leche de oveja, donde ocupamos el primer puesto en producción y la leche de cabra donde somos los segundos.

La leche de vaca, que representa el 88% de la producción, se produce fundamentalmente en Galicia y en menor medida Asturias y Cantabria. La de oveja representa el 6% y se obtiene en Castilla La Mancha y Castilla León y finalmente la de Cabra se realiza mayormente en Andalucía.

Los precios que se paga por la recogida son tan baratos motivo a los productores a llegar a acuerdos de concertación para realizar compras de leche cruda, que como mostramos en los cuadros superiores, fueron sancionados fuertemente por las Autoridades Administrativas.

En las tablas superiores mostramos los principales productores que abastecen el mercado. Son pocos, de gran tamaño, existiendo multinacionales y empresas nacionales.

El futuro está en el dialogo entre las partes implicadas para que se figuen unos precios más justos por la compra de la leche cruda, un esfuerzo en modernizar las instalaciones realizando inversiones, concentración de producción para optimizar los costos, más vinculación de las Compañías de Seguros y ayudas con formación y subvenciones a las nuevas ganaderías mediante líneas de créditos blandos.

Indudablemente se ha de conseguir realizar campañas publicitarias para explicar las ventajas nutritivas que su consumo tiene en la alimentación, como aporte de proteínas, lípidos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, así como sus beneficiosas ventajas que aporta en la edad de crecimiento, en los embarazos y para personas mayores. La tendencia debe ser, con productos deseados por los consumidores, podamos acercarnos a los consumos europeos, sin necesidad de importar leche de terceros, ya que tenemos la producción propia necesaria.