SNIACE es una compañía cántabra situada en la localidad de Torrelavega, constituida en el año 1.939 y que históricamente ha tenido gran arraigo en la zona, tanto por su tamaño como los puestos de trabajo que generaba. Paulatinamente a su nacimiento y en un corto espacio, se fueron abriendo las tres fases iniciales que constituirán las patas de su negocio: La fábrica de viscosa en el año 1.946, la fábrica de celulosa en el año 1950 y la central térmica en el año 1985. A lo largo de todo este tiempo la Compañía fue creciendo, constituyendo diferentes filiales (sola y con socios tecnológicos) y abriendo nuevas líneas de negocio a partir de su patrimonio forestal, primero para mantenerlo y luego realizando desarrollos novedosos gracias a su inversión en I+D.

Desde el año 1.997 tenemos constancia que arrastraba pérdidas en su negocio, pero siempre ponderó la idea de su continuidad, debido a diversas razones, como la importancia que tenía para la comarca los puestos de trabajo, tanto directos como indirectos. Esto trajo consigo el interés y apoyo político para impedir su cierre. La Banca se sintió forzada a financiar estás perdidas, vigilando de cerca la evolución de la Compañía.

Coincidiendo con la crisis actual que vivimos en España, está situación se hizo insoportable, tanto por las deudas acumuladas como por la falta de pedidos, deudas con proveedores y dificultad para atender las nóminas, que la compañía se vio obligada a presentar Concurso de Acreedores con carácter voluntario. El GRUPO SNIACE había acumulado pérdidas por cerca de 200 millones de Euros entre los años 1.997 y 2.012.

En Julio del año 2.013 se realizó la paralización de la actividad y en Septiembre de ese mismo año, se produjo la extinción de los contratos laborales y la presentación del Concurso de Acreedores de SNIACE y sus filiales.

Este finalizó de forma positiva, con acuerdo entre las partes, en Septiembre del 2.015, dos años más tardes.
Para los acreedores se proponían diferentes fórmulas de pago con quitas desde el 90% al 50% de la deuda, según la fórmula de cobro establecido, e incluso contemplando la posibilidad, de en determinadas condiciones, considerar la deuda como un préstamo participativo, en función de la evolución futura de la Compañía.

Con los acreedores privilegiados, fundamentalmente el Gobierno de Cantabria, Hacienda y Seguridad Social, en este tiempo, se han ido negociando aplazamientos, al objeto de no ahogar financieramente a la Compañía con unos pagos a los que no iba a poder hacer frente.

Parece ser, y por las informaciones que remite SNIACE como hecho relevante a la CNMV, esta situación se ha salvado, aunque en estos escritos no indica la Compañía que plazos se han conseguido, ni que garantías han tenido que aportar, si ese fuera el caso.

Otros problemas que se plantean en la Compañía para iniciar su actividad, son las inversiones de reposición que se han de realizar, en unas instalaciones ya de por si anticuadas, y ahora perjudicadas por los años parados.

Otros dos flecos que se tienen que resolver son las inversiones que hay que realizar para conseguir adaptarse a las normas medioambientales exigibles, y por otro lado, es necesario ayudas públicas para acabar de financiar el plan de prejubilaciones pactado.

Independientemente de esta situación, otro problema añadido es que solo la apertura de las tres líneas de negocio, sus filiales y las sinergias consiguientes, hace posible llevar a cabo el plan de negocio aprobado.

Y todo esto, no se podía llevar a cabo sin dinero. Con la readmisión de SNIACE, en su cotización en el mercado continuo de la Bolsa de Madrid, se podía abrir una vía para obtener liquidez.

Varias dificultades ennegrecían aún más el panorama. Accionistas desengañadas, que habían perdido casi todo lo invertido y sin capacidad de recuperación por la falta de negociación, y un plan de negocio optimista, de difícil cumplimiento.

Dos fueron los grupos inversores que creyeron en la Compañía, y que tenían liquidez para invertir, TSK y KILUVA.

En mayo de 2016 se realizó una primera ampliación de capital por un importe de 15,5 millones de Euros que fue totalmente desembolsada. Con esta liquidez la compañía esperaba iniciar la producción en el mes de octubre. Pero esto no fue posible.

Todo esto, tuvo su resultado en las cuentas del GRUPO SNIACE. Frente a una previsión de facturación del 25,7 millones de euros, solo se obtuvo la cantidad de 9,9 millones de euros. Todas las magnitudes tuvieron el mismo resultado hasta cerrar el año en perdidas.

Está situación trae consigo, que para darle viabilidad a la Sociedad, es necesaria otra ampliación de capital, en principio no prevista, o al menos en esta cuantía.

Los dos socios industriales suscriben su participación, e incluso KILUVA, aumenta la que ya tiene, de tal forma que entre los dos poseen aproximadamente el 35% de la Compañía. La cifra solicitada por SNIACE, esta vez es de 11,658 millones de Euros, y las peticiones finales sobrepasan esta cifra.
Este dinero será empleado con tres finalidades fundamentalmente:

– Un 25% aproximadamente en inversiones necesarias, que traerán consigo el aumento de la capacidad de producción, en al menos un 15%.
– Un 15% es la cuantificación de la inversión a realizar para poder cumplir la normativa europea en lo referente a emisiones para centrales de energía.
– Un 50% para financiación de su circulante.

En cualquier caso, la SNIACE asegura que estás cantidades no se destinarán a pagos derivados de obligaciones del Concurso.

Actualmente, y aunque no al ritmo previsto, por la paralización de una turbina de cogeneración, en la fábrica están trabajando 246 personas, 227 como fijos y 19 temporales.

Se mantienen unas oficinas de Presidencia en Madrid donde trabajan 4 personas. Un dato curioso, es que frente a unos pagos cuantificados en 3,7 millones por nóminas de empleados, el Presidente de la Compañía cobró una remuneración de 330 mil euros. A estas remuneraciones siempre hay justificaciones tales como que son los precios de mercado ó la responsabilidad y obligaciones que se asume dirigiendo estas empresas. Sin ánimo de entrar en polémica, ya que al final serán los accionistas de la Compañía quien decida sobre este punto, y en ello tendrá especial importancia los principales inversores, recordar que los Presidentes de compañías como Loterías, Renfe, Aena, Paradores y muchas otras Compañía infinitamente mas grandes y con muchas más responsabilidades en el cargo, ganan entre un 40 y un 50% menos. En esta Compañía toca hacer esfuerzos y hay que dar ejemplo.

La compañía se muestra confiada en recuperar el ritmo de venta, como lo demuestra un primer pedido de China de 3 mil toneladas de Celulosa.

¿Tiene futuro GRUPO SNIACE? A favor tiene muchas circunstancias y debe aprovecharlas.
Accionistas, que en situaciones adversas y de gran dificultad han confiado en SNIACE acudiendo a dos ampliaciones de Capital, un convenio de acreedores que le da la oportunidad a la Compañía de iniciar su actividad partiendo de cero, aprovechando la experiencia pasada y sobre todo, debe ser previsible en sus datos.

En cuanto a la valoración bursátil de la compañía, al final es el mercado quien decide. Pero hay un dato claro, el nominal de las acciones es de 0,10 céntimos, las dos ampliaciones de capital se han realizado a la par, y sin ellas, SNIACE no hubiera salido de su situación angustiosa, por lo tanto, a nuestro humilde parecer, la valoración de la compañía debería estar en esa zona, y si es capaz de ir cumpliendo los diferentes retos y volver a los beneficios, en ese momento, existirán criterios diferentes para cuantificar el precio de la acción.

Ojala la Compañía pueda tener un futuro brillante, por ella y sus empleados, y porque puede ser ejemplo de tantas compañías que se encuentran en similar situación.