En primer lugar nos gustaría señalar que este trabajo es meramente un supuesto ejercicio teórico que tiene como base el análisis realizado por nuestro departamento de estudios sobre la multinacional minorista de calzado STEVE MADDEN, en donde relatamos la historia de la compañía, las tripas de su negocio actual y su relevante posición en el mercado norteamericano, y cómo su incorporación bajo determinadas condiciones al líder mundial del sector de la moda, la compañía española INDITEX, podría llegar a ser ventajosa para ambas partes.
Esta operación nunca ha sido estudiada por las empresas afectadas en ninguna de sus modalidades, y por lo tanto, todo lo expuesto en este estudio es solo un planteamiento ficticio teniendo como base siempre los datos facilitados por ambas compañías al mercado en su información periódica a inversores.
Ya han transcurrido más de 30 años desde que el diseñador STEVE MADDEN creara su propia compañía y desde entonces la misma ha pasado una cantidad enorme de vicisitudes que hacen que su historia sea considerada singular cuanto menos. En 1990 la compañía era una pequeña sociedad limitada que contaba con un capital inicial de 1.100 dólares y que comercializaba, sin establecimiento propio y casi puerta a puerta a sus clientes, los zapatos que diseñaba su fundador. Éste había adquirido su experiencia en el sector comercial del calzado tras trabajar durante ocho años como vendedor para el mayorista de calzado LJ SIMONE, tiempo que le sirvió para conocer el funcionamiento interior del negocio en lo referente a los procesos de compra, diseño y gustos de los consumidores, logística y almacenaje, lo cual le resultó de gran utilidad para su futuro.
Entre medias y justo después de abandonar su puesto en LJ SIMONE, STEVE MADDEN junto con otro socio lanza en el año 1988, la marca SOULIERS, especialista en calzado de mujer, para diseñar y producir para la compañía del sector MCM en función de un acuerdo de colaboración previo. Pero la iniciativa acabó fracasando por lo que el diseñador decidió emprender de nuevo su camino en solitario.
Es en el año 1993 cuando STEVE MADDEN LTD, que ya contaba con modelos de calzado femeninos de diseño propio, inaugura su primera tienda en Nueva York. Para entonces ya tenía notable éxito su producto estrella de zapato de mujer “Mary Lou”, que consistía en una variación actualizada del clásico “Mary Jane”.
Justo en ese año y de la mano de la firma bursátil STRATTON OAKMONT, especialista en esos momentos en las colocaciones en bolsa de empresas de pequeña capitalización inflando en ellas sus valoraciones con métodos poco ortodoxos, la compañía STEVE MADDEN sale al mercado de valores en una operación claramente especulativa y sin contenido real que llama la atención, pasado el tiempo, por su falta de rigor económico.
Tanto los dos socios de STRATTON OAKMONT, compañía que ya había participado en 35 colocaciones de chiringuitos bursátiles de similares características, como el propio STEVE MADDEN acabaron siendo juzgados por estas prácticas y el diseñador tuvo que pasar cerca de tres años en la cárcel acusado por el Gobierno de Estados Unidos de la realización de malas praxis financieras por su comportamiento que acabó perjudicando a inversores particulares que actuaban de buena fe, así como de emplear oscuros métodos de lavado de dinero y realización de fraude fiscal. El caso tuvo mucha repercusión mediática y el director de cine MARTIN SCORSESE lo acabó llevando al cine en su película “El lobo de Wall Street” en el año 2013, que resultó ser un film con un notable éxito en taquilla.
Estas circunstancias trajeron consigo la dimisión del diseñador como Presidente y Consejero Delegado de la Compañía, la profesionalización en la dirección de la misma mediante la entrada paulatina de ejecutivos independientes y la confección de un nuevo plan organizativo y estratégico para la consolidación y el crecimiento del negocio. STEVE MADDEN, en un futuro, permanecería ligado a la empresa después de haber cumplido su condena con un puesto clave de jefe creativo y de diseño, y por lo tanto, responsable exclusivamente de esta rama de actividad de la compañía, pero sin tener poder ejecutivo en las decisiones de calado de la misma, de las que quedaba excluido.
Mientras tanto la compañía aprovechó el tiempo ampliando su red de clientes mayoristas, su red de tiendas propias y aumentando la cartera de calzados comercializados pasando de vender solo plataformas y zapatos de tacón de mujer, con los que se había hecho popular, a ampliar su rama a hombres y niños y sus productos a bolsos, relojes, joyería, artículos de regalo, fragancias, paraguas, ropa de cama, equipaje y complementos, siempre con el esquema de productos atractivos y de moda a precios razonables.
Hoy la compañía es un grupo importante que tuvo un volumen de ventas de 1.787 millones de dólares en el año 2019, con un incremento del 9,28% con respecto al año anterior y que posee un valor en bolsa de 2.176 millones de dólares (2,5 veces sus fondos propios). Sin endeudamiento y con un balance totalmente saneado, STEVE MADDEN logró obtener un beneficio neto después del pago de impuestos de 141 millones de dólares, lo que viene a ratificar los resultados obtenidos en los últimos diez años.
El grupo STEVE MADDEN tiene cuatro líneas fundamentales para obtener su facturación. Por un lado están las ventas que realiza a través de acuerdos comerciales con grandes cadenas comerciales, almacenes y distribuidores mayoristas. En segundo lugar, las efectuadas a través de su propia red de tiendas minoristas. Y ya en mucha menor medida, aquellas operaciones de intermediación para terceros aprovechando su capacidad de compra a grandes fabricantes y los ingresos que obtiene la compañía por cesión de su marca vía franquicias.
La venta mayorista, tanto en calzado como en complementos, se realiza a través de grandes almacenes, tiendas especializadas del sector así como otros operadores del calzado y representa, gracias a unas ventas totales en el año 2019 de 1.446 millones de dólares, el 81% de su facturación. Entre los grandes almacenes con los que trabaja STEVE MADDEN destacan líderes del sector norteamericano como son NORDSTROM, MACY´S, DILLARD´S, BELK y BLOOMINGDALE, donde en muchos de sus centros la compañía posee pequeños espacios propios.
También la compañía colabora con grandes cadenas especializadas en la venta masiva a sus clientes como pueden ser WALT MART, TARGET ó KOHL´S CORPORATION, tiendas especializadas mayorista de calzado como DSW DESIGNER SHOE WAREHOUSE, FAMOUS FOOTWEAR ó GAP y grupos especializados en precios rebajados (THE TJX COMPANIES, ROSS STORES y BURLINGTON STORES).
El grupo WALT MART representa el 11% de las ventas globales de STEVE MADDEN así como el 17,9% del saldo de clientes pendiente de cobro al cierre del ejercicio. Otros clientes con saldos importantes de liquidar a la finalización del año son TARGET (13,6%) y NORDSTROM (10,6%).
El margen bruto de sus operaciones en esta línea de negocio es del 29,3%, destacando la venta del calzado donde se muestra una mejor evolución (33,6%), el cual se ve disminuido por los menores márgenes en los complementos. De la cifra total de facturación a mayoristas, 1.112 millones de dólares son aportados por la venta de calzado mientras que los accesorios aportan los restantes 334 millones.
La rama minorista de STEVE MADDEN está compuesta al cierre del año 2019 por 227 establecimientos comerciales propios de los que 146 son tiendas convencionales, 68 outlets, 2 tiendas especiales STEVEN, 2 bajo la marca GREATS y 1 una con la firma SUPERGA, unido a 8 sitios webs operativos propios.
Estos establecimientos se encuentran habitualmente situados en calles comerciales de grandes ciudades norteamericanas o dentro de centros comerciales y ocupan una superficie útil de venta entre los 120 y los 400 metros cuadrados. Las tiendas son utilizadas por la firma para saber en todo momento la demanda real de los consumidores y testar así el éxito o fracaso de los posibles nuevos lanzamientos, consiguiendo con ello adaptar la producción, tanto a nivel mayorista como al retail, a las tendencias actuales de cada momento.
Esta línea de negocio, que facturó en el año 2019 la cifra de 321 millones de dólares, dota a la cuenta de resultados un margen operativo elevado, en el entorno del 60,8%, y es con creces, la que aporta más rentabilidad dentro de las actividades del grupo.
Las otras dos líneas de trabajo, franquicias y compras para terceros, tienen un peso decreciente y entre las dos de forma conjunta apenas llegan a contribuir con ventas por un importe de 20 millones de dólares a las cifras consolidadas del grupo.
La compañía no cuenta con fábricas propias ya que encomienda la producción a empresas externas independientes localizadas fundamentalmente en China (88% del total de pedidos) y en menor medida en Camboya, México, Brasil, India, Vietnam e Italia. STEVE MADDEN realiza los diseños del calzado y los pedidos necesarios para cubrir sus necesidades logísticas limitándose su misión con los fabricantes a vigilar los ratios de calidad mínimos exigidos en la terminación de los productos así como cerciorarse de la corrección de los sistemas de seguridad empleados en el trabajo y el cumplimiento de las obligaciones en lo referente a los derechos de los trabajadores por los proveedores, permaneciendo ajena al proceso industrial.
Ninguno de los proveedores de la compañía tiene un peso específico superior al 10% en la cadena de suministros lo que evita la dependencia de alguno de ellos y posibilita su posible reemplazo en el caso de desacuerdo entre las partes.
Los pedidos son trasladados a Estados Unidos por transporte marítimo desde los centros de producción y tienen su entrada por los puertos de California y New Jersey, salvo los producidos en México que son movidos por camiones hasta Texas. Para su distribución logística la compañía tiene alquilados siete centros logísticos, 5 dentro de Estados Unidos, 1 en Canadá y otro en México.
Las tiendas minoristas están situadas fundamentalmente en Estados Unidos aunque existen también establecimientos en Canadá y México. La compañía tiene socios con los que opera en sociedades mixtas en algunos países europeos, Sudáfrica, Israel, Taiwán y China (donde ha constituido en el año 2019 la sociedad SM DISTRIBUTION CHINA junto con CHANNELINK para comercializar en exclusiva sus productos en dicho país).
Asimismo tiene acuerdos con distribuidores para la venta de sus productos en otras naciones. En España su comercializador es la firma ALBIAN 1879, S.L.
En total más de cuatro mil personas trabajan para la firma, de los cuales 2.500 son empleos fijos y el resto realizan su actividad a tiempo parcial.
La política de ventas realizada ha conducido a que la compañía tenga una rotación media de su inventario de 8,1 veces al año, apenas disponga de productos obsoletos en su inventario y que el periodo medio de cobro a sus clientes sobre el total de sus ventas sea de 70 días.
Cuenta con una línea de cesión de riesgos que pueda contraer con sus clientes con la compañía ROSENTHAL & ROSENTHAL, que le permite anticipar el 85% de los saldos pendientes, y que le ha servido para digerir durante el año 2019 la quiebra de su cliente PAYLESS SHOESOURCE.
Como factores de riesgos del negocio de STEVE MADDEN cabe destacar los siguientes:
- La existencia de clientes importantes mayoristas le resta rentabilidad y le hace dependiente de políticas de terceros que muchas veces no tienen por qué coincidir con las de la propia empresa.
- Los futuros posibles aranceles a los productos procedentes de China pueden encarecer el precio de su producto final, restando competitividad a los mismos en un mercado que se caracteriza por ser abierto, sin barreras de entrada y muy agresivo en política de precio final.
- En un panorama de futuro incierto, con un incremento de ventas online, y una previsible disminución de visitas y ventas en centros comerciales consecuencias del COVID-19, la compañía compite con empresas de mayor tamaño en el mercado norteamericano como son ALDO, SAM EDELMAN, DECKERS OUTDOOR o VINCE CAMUTO entre otras muchas.
- Dependencia de los diseños realizados por STEVE MADDEN, que sin estar en la dirección, su influencia es notable en la política de la compañía.
- El negocio se basa en la importancia de la marca comercial y los derechos de propiedad, por lo que cualquier alteración en las condiciones actuales, perjudicaría seriamente el futuro de la compañía.
INDITEX. SU NEGOCIO DE CALZADO
INDITEX, grupo español líder del sector que engloba las marcas de moda ZARA, PULL&BEAR, MASSIMO DUTTI, BERSHKA, STRADIVARIUS, OYSHO, ZARA HOME y UTERQÜE, es una multinacional cotizada en bolsa cuyo accionista mayoritario es AMANCIO ORTEGA, que facturó en el año 2019 la cifra de 30.850 millones de dólares (17,44 veces las ventas de STEVE MADDEN), con un margen operativo del 55,9% y unos resultados netos 3.968 millones de dólares (35,53 veces lo obtenido por STEVE MADDEN).
El grupo, que tiene unos fondos propios de 16.260 millones de dólares, gestiona unos activos totales de 30.960 millones. Sin apenas endeudamiento, la compañía dispone de 5.212 millones de dólares en caja y 3.619 millones adicionales en inversiones temporales en su balance. Su valor bursátil actual asciende a 78.679 millones de dólares (36 veces la valoración de STEVE MADDEN).
INDITEX tiene presencia en Estados Unidos desde el año 1989 cuando abrió su primer establecimiento ZARA y actualmente cuenta con más de 102 tiendas abiertas en dicho país. El continente americano en su conjunto representa el 15,5% de sus ventas.
INDITEX produce el calzado que vende en sus tiendas a través de su participada TEMPE, compañía donde tiene una participación del 50% y donde comparte accionariado con el empresario alicantino VICENTE GARCIA TORRES. Esta empresa, que dispone en Elche de unas instalaciones productivas de 180 mil metros cuadrados, facturó en el año 2019 más de 1.526 millones de dólares consiguiendo unos resultados netos superiores a los 127 millones de dólares.
INDITEX por tanto, y a diferencia de STEVE MADDEN, en las ventas de calzado, siempre a través de su participada TEMPE, produce para sí mismo los zapatos que posteriormente vende en su red comercial.
CONCLUSIONES
Al grupo español INDITEX le podría llegar a interesar la adquisición de la marca STEVE MADDEN exclusivamente si con ello consigue crecer en el mercado norteamericano, conseguir sinergias e incrementar sus ingresos utilizando su plataforma comercial, utilizar la marca comercial adquirida como reclamo para la venta a través del resto de firmas que componen el grupo y obtener importantes ahorros en costos utilizando su capacidad de compra.
Con el tiempo es previsible que con la entrada de un nuevo socio, que es a su vez competidor de los actuales clientes mayoristas de STEVE MADDEN, esta rama de actividad decrezca de una manera sustancial. Esta caída en ingresos tendría que ser compensada a través de una política de internacionalización y nuevas aperturas de la firma, así como aprovechando las capacidades que puedan obtenerse de integrarse dentro de un grupo de mucho más tamaño y con una gran capacidad operativa.
El tema, como casi siempre en este tipo de operaciones, es el precio a pagar. Está claro que STEVE MADDEN, tarde o temprano, si quiere aportar valor a sus accionistas, tendrá que plantearse su integración dentro de un grupo con mucho mayor tamaño, y por otro lado, INDITEX no tiene ninguna necesidad de plantearse una operación semejante ya que con su crecimiento orgánico puede conseguir con el tiempo incrementar su tamaño en los Estados Unidos.
INDITEX goza de una posición financiera tan excepcional, que una operación de este calado podría realizarse sin necesidad de acudir a ningún tipo de endeudamiento, y aportaría resultados positivos a la cuenta de resultados del grupo desde el principio. El capital de STEVE MADDEN está en manos fundamentalmente de grandes fondos de inversión norteamericanos (BLACKROCK VANGUARD, WELLIGTON, T. ROWE, MACQUARIE, SSGA, entre otros), que posiblemente pudieran deshacerse de sus posiciones en la compañía si con ello consiguieran materializar plusvalías ya que la misma no es de vital importancia para ninguno de ellos. El importe de éstas debería ser menos de lo deseado, dadas las condiciones actuales de mercado y sus perspectivas futuras, así como el descuento que habría que aplicar al precio de cotización para hacer interesante la operación al comprador. Por otro lado, si los fondos desean participar en una empresa líder siempre tienen la oportunidad de cambiar su posición actual en STEVE MADDEN por acciones del grupo español.
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