COVESTRO, que debe su nombre a las iniciales de las palabras inglesas COLLABORATION, INVEST y STRONG, que todas ellas juntas tratan de expresar el espíritu corporativo y empresarial al que aspira la firma con sus actuaciones, nació como tal en el año 2014 debido fundamentalmente a un proceso de escisión por parte de la multinacional alemana BAYER, y concretamente de su filial BAYER MATERIALSCIENCE, de todo el negocio añadido propio generado en torno a la división del mismo Grupo dedicada a la fabricación de poliuretanos y policarbonatos, con el objeto de convertirse con el tiempo en una empresa cotizada independiente cuyo funcionamiento futuro permitiera una gestión individualizada, consiguiendo con ello la puesta en valor para los accionistas y la obtención de liquidez por parte de la matriz.
Esta política de segregación y partición de actividades y negocios en diferentes áreas independientes no es nueva en BAYER. De hecho la matriz inicial de COVESTRO, BAYER MATERIALSCIENCE, debe su origen a una importante operación corporativa realizada por la multinacional alemana en el año 2004 cuando se procedió a escindir del negocio principal del Grupo la actividad generada en torno a la industria del plásticos, creándose dos empresas, la ya mencionada BAYER MATERIALSCIENCE, y otra nueva e independiente, LANXESS, la cual todavía perdura ajena a sus orígenes, estando dedicada la misma a la fabricación de productos químicos, y que en la actualidad sigue cotizando en la Bolsa alemana con una capitalización bursátil de 3.800 millones de euros.
La operación de salida a Bolsa de COVESTRO, que finalmente fue realizada y materializada en el año 2016 y posteriores, supusieron en ese aspecto un excelente negocio para el Grupo BAYER a quien le permitió obtener a finales del 2018 una liquidez total conjunta de 9.900 millones de euros, con lo que la Compañía madre consiguió recuperar prestamos dados a su filial, poner en valor sus activos y obtener una importante caja, parte de la cual fue empleada para financiar parcialmente la compra de la multinacional norteamericana MONSANTO, cuyo importe en su momento ascendió a más de 63 mil millones de dólares, y que con el tiempo se demostró claramente perjudicial para los intereses de los accionistas de BAYER, cuyos títulos no han dejado de perder valor en Bolsa desde ese momento.
Respecto al precio a las que fueron colocadas en Bolsa las acciones de COVESTRO por parte de BAYER, éstas han tenido una singular evolución en el tiempo que demuestra el buen negocio que realizó con ellas la matriz alemana y lo desigual que resultó para los accionistas e inversores individuales que confiaron en el proyecto en el largo plazo. La primera venta de acciones por parte de BAYER se realizó en el año 2014 a un precio de colocación de 24 euros el título, valor que llegó a pagarse a 26 euros en su primer día de cotización en Bolsa. Esta misma acción alcanzó un máximo de 50 euros un año más tarde de su salida a bolsa.
Las posteriores enajenaciones de acciones por parte de BAYER a través de sucesivas colocaciones bursátiles, que supusieron reducir la participación en el capital de COVESTRO hasta el 6,81% que actualmente posee, fueron realizadas en los años 2017/2018 a un valor que oscilaba entre los 64 y los 86,25 euros título. En la actualidad estas mismas acciones cotizan en Bolsa a un precio de 41 euros la acción debido fundamentalmente a una caída en su cotización en el último año en el entorno del 30%, todo ello a pesar de presentar una rentabilidad vía dividendos superior al 9%. El día 20 de marzo de 2020, en pleno COVID-19 los títulos de COVESTRO llegaron a pagarse en bolsa a un precio mínimo de 26,33 euros, casi coincidente con el precio de salida al mercado en el ya lejano 2016, y a una larga distancia de su precio máximo, 114 euros, alcanzado en Enero de 2018.
EL NEGOCIO DE COVESTRO. PRINCIPALES DATOS Y CARACTERISTICAS DE SU NEGOCIO.
Con una valoración actual en Bolsa de 8.028 millones de euros (0,94 veces sus fondos propios), COVESTRO presenta unas ventas ascendentes desde su salida a Bolsa, solo disminuidas las mismas en el año 2020 como consecuencia directa de los efectos negativos que para la industria tuvo el COVID-19. La Compañía presentó una facturación al cierre del año 2021 de 15.903 millones de euros, cantidad que en los 6 primeros meses del ejercicio 2022 se vio incrementada sobre los datos definitivos del primer semestre del año anterior en el entorno del 29%, cifras que sin duda tienen su principal causa en el repunte constante existente en el mercado donde opera en referencia directa a la demanda de sus principales productos por parte de los sectores industriales que componen su principal fuente de ingresos y en la alineación continua de la Compañía a las necesidades específicas de su clientela.
El Balance, cuyo activo total a 30 de junio de 2.022 es de 16.122 millones de euros, presenta un endeudamiento razonable y equilibrado compuesto fundamentalmente por emisiones de bonos, líneas de crédito sindicadas y préstamos bilaterales a largo plazo que con la situación financiera actual de COVESTRO parecen totalmente asumible en su reembolso al vencimiento.
No obstante y a pesar de estos datos, el año 2022 presenta en cuanto a resultados netos obtenidos unos datos menos alentadores que los expuestos anteriormente en lo relativo a la evolución de la facturación final. Los altos costos en la energía y la incertidumbre existente en Alemania en cuanto a los suministros de gas consecuencia del conflicto surgido en Ucrania han traído como consecuencia incrementos en los procesos productivos en el entorno al 18% lo que ha provocado no haber podido subir sus márgenes operativos por encima de los incrementos de costes que por diversas razones externas sufrió la Compañía. El resultado neto del primer semestre se situó en 615 millones de euros, lo que hace presagiar una disminución importante en los beneficios al final de año, cifra que en el ejercicio 2021 se situaron por encima de los 1.600 millones de euros.
Para realizar su producción COVESTRO, que tiene su principal centro productivo en la localidad alemana de Leverkusen, cuenta con 50 centros de producción y 10 instalaciones dedicadas a I+D a nivel mundial, cuatro de ellos en España en las localidades Barcelona, Tarragona, Parets del Vallés y Santa Margarida i els Monjos, dando en conjunto el Grupo, formado por más de 66 filiales, empleo a más de 17.900 empleados.
Los principales mercados donde realiza COVESTRO sus ventas son China, con un porcentaje del 22,3% de su facturación, Estados Unidos, con el 18,6%, y Alemania, mercado de origen y que acapara el 12,1%. La firma, que es uno de los principales productores mundiales en su especialidad, también cuenta con una fuerte presencia en el resto de países europeos.
Las líneas de producción de la Compañía están divididas en dos áreas o segmentos principales:
La primera es la denominada de materiales de rendimiento, que se encarga del desarrollo, fabricación y suministro al mercado de productos tales como los poliuretanos, policarbonatos estándar y elementos químicos básicos fundamentalmente para la industria del mueble y sus derivados para la transformación de la madera, la construcción así como la industria del automóvil y el transporte. Sus productos finales son utilizados para techos y aislamientos en edificios y viviendas, colchones o asientos de automóviles. Esta división acapara el 51,2% de la facturación del Grupo (8.142 millones de euros en el año 2021 completo).
La segunda principal línea de negocio por importancia es la dedicada a Soluciones y especialidades, donde se combinan la fabricación de otros productos químicos y se realizan para terceros servicios de tecnología de aplicación con el objetivo último de adaptarse a las demandas específicas de los clientes. En esta línea se comercializan gran variedad de productos poliméricos incluidos en ellos precursores para recubrimientos y adhesivos, especialidades MDI, polioles, películas especiales, elastómeras y poliuretanos termoplásticos. Estos productos son demandados fundamentalmente por las industrias del automóvil y el transporte, el sector eléctrico y electrónico así como la construcción, el mundo de la salud y los fabricantes de electrodomésticos.
A esta división, que representa el 47,5% de las ventas totales del Grupo COVESTRO, se ha añadido recientemente el negocio de resinas y materiales funcionales con la adquisición realizada en el año 2021 de este negocio al grupo holandés ROYAL DSM, lo cual abre nuevas expectativas futuras a la empresa alemana.
RETOS Y APUESTA PARA EL FUTURO
El reto principal del sector, y al cual COVESTRO lógicamente no es ajeno, es la búsqueda de un sistema productivo donde se busque y convine la economía circular como fin último, dada la disminución de recursos existentes a nivel mundial, la contaminación medioambiental y el cambio climático en el que vivimos. A través de la fuerte apuesta por la investigación y el desarrollo se trata de fabricar en un futuro próximo la mayoría de la productos finales a través de materias primas desechables, y en tal sentido parece ser según anuncia la propia Compañía, que los primeros pasos ya se están efectuados por lo que la firma ha lanzado más de 45 productos basados en el uso de materias primas alternativas teniendo en estudio otros 90 más cuyas características principales son el uso del C02, los residuos y la biomasa como fuente principal dentro de un entorno donde claramente las materias primas cada vez se agotan más.
Esto coincide plenamente con la demanda creciente de estos sistemas por parte de sus clientes finales, quienes ven en estas prácticas una formula atractiva para la comercialización de sus productos, conscientes a su vez de que el proceso consistente en fabricar – consumir y tirar constituye un auténtico callejón sin salida en un futuro próximo.
En el proceso productivo, donde las materias como el fenol, el benceno, el propileno, el talueno y la acetona representa el 35% del valor de las compras para la fabricación del producto final, se trata de motivar el uso de las energías alternativas dejando de lado los materiales fósiles.
Esta inversión en el reciclaje, que sin duda encarecerá inicialmente los costos de fabricación, supone garantizarse un crecimiento en las cifras de negocio y ganar cuota de mercado en el futuro, por lo que los pasos dados en este sentido parecen oportunos y aconsejables.
La especialización así como los esfuerzos y adaptación al conocimiento exacto de las necesidades del cliente, acompañándoles en sus especificaciones de producto, también es otro reto para COVESTRO, quien opera dentro de un mercado donde compite con otras grandes multinacionales del tamaño de BASF, DOW CHEMICAL, HUNTSMAN, MITSUBISHI, SABIC (SAUDI BASIC INDUSTRIES CORPORATION) o WANHUC CHEMICAL entre otras.
Por otro lado, lanzar el mensaje de la sostenibilidad y que existen unas condiciones de trabajo dignas y justas en los centros productivos sitos en países con menor nivel de vida también es una clara oportunidad que tiene la Compañía para ganar importantes cuotas de mercado frente a la competencia.
Para terminar y como siempre hacemos en estos trabajos, acompañamos cuadros y cifras donde se ven claramente los principales ratios de la firma.
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