El acreditado fabricante de pelotas y palos de golf norteamericano CALAWAY GOLF, tras más de seis años con resultados positivos en sus cuentas, ha tomado diversas decisiones estratégicas, que independientemente de aportar una importante diversificación en su actividad principal y un incremento en su cifra de negocios, pueden suponer un factor de riesgo para sus accionistas dado el precio pagado por ellas y el momento tan complicado en el que se han realizado las mismas.
En este trabajo expondremos la actividad de la compañía, sus puntos fuertes, las ventajas e inconvenientes de las inversiones realizadas así como otras características interesantes del negocio generado con el deporte y la actividad del golf.
La historia de la compañía se remonta al año 1982 cuando ELY CALAWAY, exitoso empresario norteamericano practicante en su vejez del deporte del golf, adquirió la firma fabricante de palos de madera de aspecto anticuado HICKORY STICKS, de la cual se manifestaba un entusiasta seguidor, aprovechando que en ese momento sus socios buscaban liquidez para hacer frente a otros compromisos financieros.
Tras establecer un riguroso plan de negocio e incorporar a la firma ejecutivos de diferentes competidores que aportaban con su trabajo y dedicación nuevos diseños así como un creciente prestigio a la marca, CALAWAY GOLF, como pasó a denominarse la compañía, una vez alcanzado un tamaño apropiado decidió salir a cotizar en la bolsa de Nueva York en el año 1.992. En aquel momento el valor fijado para la firma fue de 250 millones de dólares frente a la inversión realizada en el inicio por ELY CALAWAY que en su conjunto alcanzó la cifra de 800 mil dólares.
En el periodo transcurrido desde su salida a Bolsa, la compañía ha crecido exponencialmente tanto en la venta de los productos propios originales de la marca tales como los palos, putters y pelotas de golf como con la incorporación de complementos necesarios para la práctica del deporte como pueden ser la comercialización bajo su marca de ropa, calzado, equipos y equipamientos. En la actualidad la venta de palos de golf, su principal fuente de ingresos tradicional, representa el 45,2% de la cifra de negocio de la compañía mientras que la venta de pelotas aporta el 12,4% y el restante 42,4% es producido por las divisiones de ropa y complementos.
Esta aportación al negocio original es debido sin lugar a dudas a las adquisiciones realizadas de competidores con actividad complementarias a partir del año 2017, negocios que pasaron a formar parte del grupo CALAWAY GOLF, que ya contaba desde 1997 con la firma ODYSSEY, y gracias a los cuales la compañía pudo beneficiarse de las sinergias producidas por la integración de las mismas.
La primera de las realizadas últimamente fue la compra de OGIO INTERNATIONAL por un importe de 65,9 millones de dólares realizada en enero de 2017. Con esta operación CALAWAY GOLF abría su negocio a la comercialización de bolsas de golf de gran prestigio entre los practicantes del deporte.
También a lo largo del año 2017 y por un importe de 124,5 millones de dólares, CALAWAY GOLF se hizo con el control de TRAVIS MATHEW. Esta adquisición aportaría al grupo la diversificación de su cartera comercial gracias fundamentalmente a las nuevas líneas de ropa y calzado así como a los diferentes complementos aportados para la correcta equipación del jugador de golf.
La última de las inversiones realizadas en este periodo de tiempo hasta el reciente anuncio de fusión con TOPGOLF, de la que posteriormente hablaremos, fue la realizada con la compra de JW STARGAZER HOLDING GMBH, firma alemana propietaria de la marca JACK WOLFSKIN, de gran prestigio entre los golfistas por su ropa, calzado y complementos, que estuvo cuantifica en la cantidad de 463,1 millones de dólares.
Todas estas adquisiciones fueron financiadas totalmente con créditos y endeudamiento de la matriz por un importe de 480 millones de dólares, que si bien han permitido la incorporación de los negocios al perímetro del grupo y por lo tanto aumentar las ventas consolidadas entre los año 2017/2019 en más de un 62%, han elevado sensiblemente la carga financiera, reducido los márgenes operativos y condicionado la viabilidad futura en un entorno complicado.
Pero sin lugar a dudas la más sorprendente de todas ellas ha sido el anuncio realizado por la compañía de su proyecto de fusión con TOPGOLF INTERNATIONAL anunciada por los directivos de ambas empresas en octubre del pasado año 2020. Aunque CALAWAY GOLF ya tenía en su balance una participación histórica del 14% en TOPGOLF, y que dado que ésta se trataba de una sociedad no cotizada y que su valor en libros estaba cuantificado en 90,134 millones de dólares, es decir con una valoración estimada de 643,8 millones de dólares para el total de la empresa, el precio del acuerdo cifrado entorno a los 2.000 millones dólares parece excesivo, más si se tienen en cuenta los difíciles tiempos por los que atraviesa la economía mundial y la escasa rentabilidad del negocio aportado por TOPGOLF, que pese al crecimiento en ventas anuales superiores al 30% en los ejercicios 2017/2019, aun presenta ventas inferiores a los 1.100 millones de dólares y posee un alto endeudamiento, que heredará CALAWAY GOLF con la operación y que se encuentra cifrado en más de 555 millones de dólares.
El negocio de TOPGOLF consiste en la explotación de 63 ubicaciones e instalaciones especiales para poder practicar y ensayar el juego del golf y donde el practicante puede disponer de espacio y tecnología para ensayar sus tiros a la vez que disfruta de locales para la restauración y la celebración de eventos. Estos campos de prácticas, situados normalmente dentro de grandes ciudades, recibieron más de 23 millones de visitantes a lo largo del año 2019 de los cuales el 50% de los mismos todavía no eran practicantes del deporte del golf. Para CALAWAY GOLF pueden llegar a ser interesantes las sinergias a obtener aprovechando esa red para incrementar la venta de sus productos, aunque eso suponga hacerse cargo de la explotación de la restauración con su previsible evolución negativa en un contexto como el actual.
Entre los accionistas de TOPGOLF, independientemente de CALAWAY GOLF que mantenía como hemos señalado una participación minoritaria antes del anuncio de la operación, se encuentran los fondos WESTRIVER GROUP, DUNDON CAPITAL PARTNERS y PROVIDENCE EQUITY, quienes con la fusión y su incorporación al nuevo accionariado diluirán a los accionistas tradicionales de CALAWAY GOLF a la vez que obtendrán una posible ventana de salida a buen precio para la posterior venta de sus nuevas acciones.
Entre los posibles accionistas tradicionales presentes en el capital de CALAWAY GOLF antes del anuncio de la operación, independientemente de los fondos tradicionales norteamericanos VANGUARD, DIMENSIONAL FUND, ALLIANCE BERNSTEIN, CADIAN CAPITAL, FISHER ASSET, JANA PARTNERS, SSGA, FIDELITY o BLACKROCK, se encuentra la compañía española SANCARIN, propiedad de la familia González, históricos accionistas de EL CORTE INGLES, que tras su desinversión en los grandes almacenes y dentro de su política de inversión decidieron tomar una participación, que ahora se diluirá, del 5,16% en la empresa norteamericana.
OTROS DATOS A TENER EN CUENTA SOBRE CALAWAY GOLF
El deporte del golf y los negocios generado en torno a él, aunque han quedado condicionados por los efectos adversos producidos en la economía por la pandemia COVID 19, cuentan con la ventaja de ser un deporte de élite que se juega al aire libre y que por lo tanto se encuentra menos expuesto a su práctica que otro tipo de actividades deportivas.
No obstante, las condiciones climáticas sí son esenciales para la facturación de todas las compañías. Tradicionalmente es el cuarto trimestre del ejercicio cuando estas decrecen, obteniéndose los mejores resultados en los seis primeros meses de cada ejercicio. En las cuentas de CALAWAY GOLF, se observa un descenso importante en la facturación del año 2020, que en su conjunto suponen una caída en las ventas del entorno del 6,5% y unos resultados negativos, después de obtener resultados positivos desde el año 2014, de 126 millones de dólares.
El principal mercado donde obtiene su facturación CALAWAY GOLF es el norteamericano que en la actualidad representa en torno al 46% sobre el total del grupo. Destacan también las ventas en Europa y principalmente en Japón, donde la práctica del deporte se encuentra muy extendida, y que por sí solo aporta al grupo el 14,5% de la cifra de negocio.
A pesar del prestigio del que goza la marca, y para lo cual realiza importantes campañas para fidelizar a jugadores profesionales y firma convenios con las principales asociaciones internacionales organizadoras de campeonatos, se trata de un mercado donde existe gran competencia en los productos que comercializa la marca.
Los palos, maderas y putters, que son fabricados en las instalaciones de la compañía a base de acero, aleaciones de titanio, fibra de carbono y materiales termoplásticos y termoestables compiten con firmas como TAYLORMADE, ACUSHNET, PING, PUMA, SRI SPORTS, MIZUNO, BRIDGESTONE o PARSONS XTREME GOLF, a la vez que se ha generado, en un mercado con tendencia a la baja en precios, un segundo nuevo negocio, cada vez más pujante, consistente en la venta de productos de segunda mano.
En la fabricación de pelotas de golf, donde la compañía compra a terceros el 60% de las mismas fuera de Estados Unidos, el principal competidor es ACUSHNET, que con sus marcas TITLEIST y PINNACLE, tiene una cuota de mercado superior al 50% en el mercado norteamericano y por lo tanto se enmarca como un difícil rival complicado de batir.
En ropa y equipamiento, el mercado todavía está más endurecido. Todas sus ventas son fabricadas por productores y empresas extranjeras situados en países como Vietnam, Indonesia, Tailandia, China, Filipinas, Bangladesh o Perú, donde los ejecutivos de CALAWAY GOLF se limitan a controlar los procesos productivos y la calidad final de la prenda, que en teoría busca con su diseño la comodidad y la facilitación del rendimiento del practicante del deporte. La competencia es enorme destacando marcas tan conocidas como NIKE, PETER MILLAR, PATAGONIA, COLUMBIA, NORTH FACE, TED BAKER LONDON, JOHNNIE-O o BONOBOS.
Por tanto, para CALAWAY GOLF en un futuro resulta esencial la integración de las marcas adquiridas, la potenciación y crecimiento de los 150 puntos de venta propios así como el apoyo a mayoristas y cadena de distribución para fomentar el aumento en ventas, evitar la dependencia de sus cinco primeros clientes que por sí solos representan el 18% de la facturación del grupo, la diversificación, tanto geográfica ampliando mercados, como de productos y marcas, evitando los altos inventarios y rotando más sus ventas, creer en el valor de la marca, apostar por la investigación y la innovación así como aprovechar al máximo las sinergias que puedan surgir en las diferentes ramas del negocio.
Como dato complementario final a añadir al presente trabajo mencionar dos datos interesantes que marcan tendencia. La compañía destina cerca del 3% de su facturación a investigación y desarrollo de sus productos y el 5,4% de sus ventas a sus campañas de publicidad para dar a conocer su marca y su gama de ofertas.
Bolas de golf
27/03/2023 13:50Muy interesante, llevo tiempo en contacto con este mundo del golf y ni me imaginaba las cifras que se llegan a mover en este mundo. Muchas gracias.