La empresa pesquera BAKKAFROST, dedicada a la producción de salmón, es desde hace años el principal grupo industrial y empleador de las Islas Feroe, pequeño paraíso natural situado en el norte del Océano Atlántico que, dependiente del Reino de Dinamarca aunque no perteneciente a la Unión Europea, se encuentra formado por 18 pequeñas islas donde en su conjunto habita una población cercana a los 50 mil ciudadanos. El entorno de recursos naturales en la zona y las características especiales de sus aguas frías, limpias y constantes, donde éstas solo llegan a oscilar anualmente entre 6 y 8 grados centígrados de temperatura desde la mínima alcanzada en los meses de febrero, que se sitúa en los 6 grados de media, hasta los 10,5 grados que se alcanzan en la temporada veraniega, unida a su tradición pesquera y la alta cualificación en las tareas específicas de la mano de obra local, propician el desarrollo de esta industria, que con el paso del tiempo ha logrado poner en el mercado un producto de calidad que es muy demandado en sus principales puntos de venta, tales como el norteamericano, el europeo, el ruso y en menor medida el asiático, por sus especiales cualidades dietéticas caracterizadas dadas su alto contenido en nutrientes, proteínas, vitaminas y minerales de alta calidad.
La empresa como tal fue constituida en los años 60 por los hermanos JACOBSON con la idea de establecer en las Islas Feroe una planta para el procesamiento de pescado, especialmente arenques, que en esa época eran muy abundantes en la zona. Debe su nombre a la ciudad de procedencia de sus fundadores, originarios de la pequeña población de Bakka, localidad situada en el interior de la región de Vestland, Noruega. Con el transcurso del tiempo la firma empezó a trabajar para terceros y pronto se dedicó a la producción de salmón en piscifactoría y en cultivos marinos bajo licencias otorgadas por las autoridades locales.
Con el negocio consolidado, en los años 2008/2009 fue cuando se tomaron dos decisiones estratégicas de gran calado que anticiparon en su momento los acontecimientos que dan mayor visibilidad a lo que representa BAKKAFROST en la actualidad. Por un lado se decidió la fusión con un competidor de la zona, la firma VESTLAX, con lo que se consiguió aportar a la empresa resultante una mayor capacidad de producción de salmón y trucha, y por otro y posteriormente a esta operación, se culminó con éxito su salida al mercado de valores en la Bolsa de Oslo, con lo que la compañía lograba tener un balance saneado y robusto que le permitía competir en un sector que requería continuas inversiones para mantener sus propias instalaciones y su nivel de producción diaria.
Situada la compañía ya como principal productora de salmón de las Islas Feroe, con una cuota de mercado total del 55% en la zona, no fue esta la única operación corporativa realizada por BAKKAFROST. En 2012 se adquirió la empresa P/F HAVSBRUN, con lo que conseguía entrar con fuerza en una rama de actividad interesante como es la fabricación de harina de pescado, aceite de pescado y pienso para peces, a la que siguieron en 2018 la incorporación de FAROE FARMING, así como recientemente la compra realizada en 2019/2020 de la firma THE SCOTTISH SALMON COMPANY (SSC), que ya en el ejercicio cerrado 2020 llegó a consolidar todas sus operaciones con BAKKAFROST.
Esta última adquisición, formalizada en dos tramos y que supuso una inversión total del entorno de 565 millones de euros, le permite a BAKKAFROST su entrada en nuevos mercados, ya que SSC opera en la costa oeste de Escocia y en las Islas Hébridas, así como diversificar su cartera de productos, con un salmón más fuerte de sabor y más delgado, obteniendo en la operación sinergias especificas tanto en procesos y costos como una importante cooperación entre ambas compañías en lo referente a todos los canales de comercialización conjunta.
BAKKAFROST cotiza en la bolsa de Oslo con un valor conjunto cercano a los 4.190 millones de euros, y tiene entre sus máximos accionistas, independientemente de la familia JACOBSON, al fondo de inversión gubernamental noruego FOLKETRYGDFONDAT, el cual tiene destinadas aproximadamente el 15% de sus inversiones a sociedades de origen nórdico, excluida Noruega, su país natal, que acapara por sí solo el 60% de su cartera en la actualidad.
El negocio desarrollado por BAKKAFROST es totalmente vertical, componiendo su actividad una cartera diferenciada que abarca diversas áreas de procesos productivos. Así esta cadena de valor proporciona la producción de comida de pescado, la fabricación de harina y aceite de pescado, la confección de alimentos para peces, la reproducción de salmón, el mantenimiento de los criaderos, la actividad de agricultura específica, la cosecha, el procesado, el embalaje del producto final y las actividades de comercialización y marketing. Este sistema integrado le permite a la compañía contar con un potencial fiable de clientes a largo plazo, a los que se les suministran sus pedidos principalmente y según destino, tanto por vía marítima, como aérea o mediante uso combinado a través del Eurotúnel.
La división dedicada a la producción de harina de pescado, aceite y pienso reportó a BAKKAFROST en el año concluido en diciembre de 2020 un total del 30% de la cifra de negocio del grupo, con un EBIT, que aunque se logró situar en el 12,79% sobre ventas, representó una caída del 30% con respecto al obtenido al cierre del ejercicio 2019. A través de la filial HAVSBRÚN la empresa procede a la selección de los pescados que sirven como alimento del salmón en estado salvaje, manteniendo dietas similares a las utilizadas por el mismo en su ambiente natural.
Con sus instalaciones actuales esta área de negocio tiene capacidad para producir diariamente más de 450 toneladas de harina de pescado, 300 toneladas de aceite de pescado y 700 toneladas de alimentos para peces, muchas de las cuales son utilizadas por la propia empresa para autoconsumo en los procesos posteriores de su actividad.
En cuanto a la división de agricultura, BAKKAFROST cuenta con 19 campos de cultivos situados en 17 fiordos de las Islas Faroe, así como 44 localizaciones marinas en Escocia, destinadas todas ellas a criar salmón de calidad con bajas tasas de conversión alimenticia y mortalidad. Para ello dispone de las oportunas licencias gubernamentales para la utilización de dichas áreas, obligándose a través de las mismas a cumplir con los requisitos de control cualificado exigido por parte de las diferentes agencias que vigilan los métodos y procesos productivos utilizados en toda la cadena de fabricación.
El volumen total de cosecha ascendió en el año 2020 a 106 mil toneladas de peso, de las cuales 66 mil fueron obtenidas en las Islas Faroe y las restantes 40 mil en Escocia, dato importante si se compara con las 85,685 miles de toneladas conjuntas logradas en el año anterior.
En sus criaderos BAKKAFROST ha conseguido transferir al mar más de 24,6 millones de smolt, de los que solo en las Feroe se realizaron 14,3 millones, mientras que los restantes 10,3 fueron efectuadas en las costas escocesas.
La cifra de negocio total de esta división ascendió en su conjunto a 511,6 millones de euros, divididas entre el 60% alcanzado en las Islas Feroe y el 40% restante en Escocia. En este año el EBIT proporcionado por el negocio procedente de las Islas Feroe sufrió un importante descenso del 82% debido a pérdidas ocasionadas por fuertes tormentas así como a la aparición de ciertas plagas, situación ésta que se espera no vuelva a producirse, y por el encarecimiento del transporte y distribución del salmón debido al COVID-19 consecuencia de la disminución de vuelos comerciales a destino.
Independientemente de las cuatro fábricas de procesado (2 en las Islas Faroe, Glyvrar y Vágur, y otras 2 en Escocia, Arnish y Ardyne), BAKKAFROST cuenta con una importante flota pesquera compuesta de 6 buques en las Islas Feroe, 4 cargueros para pescado vivo y 2 barcos de servicio, además de 6 buques más en Escocia a la que se añadiría la disposición de diversas embarcaciones para realizar operaciones puntuales dentro de los caladeros.
BAKKAFROST también posee una planta de Biogas en las Islas Faroe que produce energía a través de la utilización de desechos de sus granjas y de otras que no son de su propiedad, con lo que consigue producir calor renovable para 400 hogares y electricidad para 1.900 viviendas. La compañía se ha marcado como objetivo realizar nuevas inversiones para intentar conseguir en 2030 que este tipo de instalaciones renovables en propiedad lleguen a aportar el 100% de sus necesidades energéticas.
La división de procesado y embalaje, cuya labor está dirigida al canal consumidor minorista con especial incidencia en grandes cadenas, supermercados, sector HORECA o clientes industriales, es la más rentable de la compañía y donde entiende la dirección de la misma que es necesario crecer para la generación de auténtico valor añadido en la cuenta de resultados. En la actualidad solo representa un 28% sobre la cifra total de negocio, aunque el objetivo es intentar llegar al 40% en los próximos años. El EBIT conseguido por esta división en el año 2020 creció un 119% con respecto al ejercicio precedente.
RIESGOS Y PECULIARIDADES DEL NEGOCIO
BAKKAFROST se encuentra en la actualidad ejecutando fuertes inversiones, según un plan previamente trazado por la dirección de la compañía, para mejorar sus sistemas operativos. Solo en el periodo 2020 – 2022 está estimado éste al menos en la cifra de 235 millones de euros.
Pero existen ciertas necesidades que cubrir para optimizar los sistemas de producción, lo cual es posible que acabe requiriendo más capital para la financiación de las mismas. Entre las mejoras que han de realizarse se encuentran aquellas destinadas a la optimización de los criaderos actuales en funcionamiento, siempre teniendo en cuenta la mejora del bienestar del animal y la preservación de posibles enfermedades, la necesidad de fusionar las 7 fábricas en activo de las Islas Faroe por una sola de mayor tamaño y dotada de tecnología de primer nivel, la adquisición de al menos un barco con capacidad para mayor tonelaje y todo ello, sin descuidar las inversiones necesarias a realizar en SCC tendentes a adaptar el negocio adquirido a los métodos del grupo.
La idea básica es la mejora de la calidad y la competitividad. Ser capaces en breve tiempo de producir un salmón de mayor peso, hasta conseguir superar los 500 gramos frente a los 343 de media obtenidos en el periodo 2019/2020. En un mercado volátil en precios, es apreciado positivamente por el cliente el tamaño del producto consiguiendo la compañía con ello mayores sobreprecios en ventas. Por otro lado, se ha de reducir el tiempo en el mar del salmón, que actualmente se sitúa cerca de un año. Este acortamiento permite una rotación mayor y en consecuencia una mayor eficacia en la cadena.
Todas estas mejoras, encaminadas a la mejora de la calidad, tienen que venir acompañadas de medidas que fomente el incremento en nuevas líneas de comercialización, que pasan sin lugar a dudas por la cercanía al cliente minorista y el aumento de la división VAP (clientes final), área donde el negocio es más rentable.
BAKKAFROST se encuentra a enorme distancia en cuanto a cifra de negocio y producción de los grandes productores mundiales de origen noruego y chileno, que le sacan ventaja en los principales mercados mundiales, y aunque su producto es de calidad y demandado en el sector, el éxito futuro de la compañía dependerá de la optimización en la gestión, que tiene que ser capaz de mantener e incrementar su posición actual sin descuidar la tradicional política de remuneración al accionistas vía dividendos, cantidad a la que siempre ha destinado una horquilla entre el 30%/50% de sus resultados netos.
Para comprender el funcionamiento de BAKKAFROST, ver su evolución histórica en sus principales ratios y analizar sus perspectivas de negocio futuras, acompañamos a continuación una serie de datos que consideramos pueden ser interesantes para el lector.
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