La compañía ASTURIANA DE ZINC, en el año 2.000, fue excluida de la cotización en el mercado Continuo de la Bolsa de Madrid, mediante realización de una OPA por su accionistas mayoritario, el Grupo GLENCORE, al objeto de la toma de control definitiva de la sociedad y poder integrarla dentro del funcionamiento del Grupo, excluyéndola de la cotización, entre otras razones, porque GLENCORE ya cotizaba en las Bolsas de Suiza y Londres. La valoración total de ASTURIANA DE ZINC, a 15 euros la acción, que fue el precio al que finalmente se pago a los últimos accionistas, sobrepasaba los 600 millones de Euros.

GLENCORE hizo una magnifica compra, que ha sabido rentabilizar adecuadamente en el tiempo transcurrido. Los fondos propios de ASTURIANA DE ZINC en el momento de su salida de la Bolsa, eran similares al precio que se fijo para la adquisición. En este tiempo los ingresos han ido creciendo, salvo años, que por paradas técnicas, se han producido descensos en la producción. Pero a día de hoy, la compañía ha obtenido muy buenos resultados, que le han aportado excelentes dividendos y que incluso, dinero sobrante no necesario de reservas, han sido devueltos a la matriz.

En una operación de valoración, realizada a raíz de la fusión de GLENCORE con el Grupo XSTRADA, donde la primera ya era accionista significativo de la segunda, la cifras de ASTURIANA DE ZINC, realizada a efectos de actualización interna de activos, daba que la compañía superaba los 5 mil millones de Euros. Este puede ser un caso similar al de ZARDOYA OTIS, filial de la compañía americana de ascensores OTIS, con la diferencia que OTIS mantiene su compañía cotizando en la Bolsa de Madrid, pero con el paso del tiempo, le ha proporcionado grandes dividendos e incluso devolución de reservas ociosas.

GLENCORE en la fusión ha logrado convertirse en líder mundial en producción de materiales y principalmente en el Zinc.

ASTURIANA DE ZINC en este período se ha podido beneficiar de las ventajas de pertenecer a un gran grupo y de la apertura de mercados así como tener cubiertas sus necesidades de inversión. La fabrica más grande de las tres que tiene en Asturias, es el centro de producción de San Juan de Nieva, que se encuentra entre los principales del mundo en la producción de Zinc electrolítico. En estos años ha pasado de una producción inicial de 460 mil toneladas a las actuales 511 mil.

Los otros dos centros de producción se encuentran en Arnao e Hinojosa. El primero transforma excedentes de la fábrica principal, logrando una producción de 25 mil toneladas de óxido de Zinc. En Hinojosa se producen otras 60 mil toneladas y 39 mil toneladas de dióxido de azufre líquido.

La fusión de los dos grandes grupos, ahora denominada GLENCORE, ha producido un gigante cuya valoración en Bolsa se sitúa actualmente en 42 mil millones de euros. GLENCORE da a sus accionistas una rentabilidad del 1,87% y ASTURIANA DE ZINC representa entre el 7 y el 10% del total.

Caso diferente al de ASTURIANA DE ZINC fue el sucedido con la Sociedad ESPAÑOLA DE ZINC, localizada en Cartagena (Murcia), que demuestra como a lo largo del tiempo y con actuaciones de mala fe, se puede arruinar una empresa.

ESPAÑOLA DE ZINC tenía una producción del 15% de ASTURIANA DE ZINC, pero tenía las mismas ventajas competitivas, ya que estaba próxima a una salida marítima para su producción.

Los sucesivos cambios en la gestión, que van desde el antiguo BANCO HISPANO AMERICANO, a Grupos inversores familiares sin experiencia en el negocio, hasta un grupo Inmobiliario de última hora, que negoció con el Ayuntamiento de Cartagena el cambio de los 550 mil m2 de uso industrial, que ocupaba ESPAÑOLA DE ZINC, por un desarrollo inmobiliario para la construcción de 3 mil viviendas de VPO. Todo ello condicionado a la limpieza y descontaminación de los terrenos y a la indemnización a los empleados.

Nada de todo ello se realizó, el Grupo Inmobiliario compró los terrenos a ESPAÑOLA DE ZINC, mediante contrato privado, por la friolera cantidad de 150/160 millones de euros, desembolsando inicialmente 50 millones. Nunca llegó a pagar la cantidad restante, declarándose en concurso de acreedores. Por otra parte, el desmantelamiento de la fábrica y la paralización de la actividad, condujo a la pérdida del empleo de los trabajadores, a la exclusión de la compañía de la Bolsa de Madrid, con la pérdida para los accionistas de toda su inversión y posteriormente, al proceso de liquidación. Todo ello con un retraso en el tiempo difícil de entender ya que su duración supera ya los 12/15 años.

Dos modelos diferentes en un mismo sector. Compañías históricas que han seguido diferentes caminos. Una tiene un esplendido futuro, ya que en el pasado ha sido capaz de demostrar sus habilidades y la otra, sin futuro, porque se olvido de la economía productiva y se centro en el negocio inmobiliario y financiero. La evolución de ambas, se puede ver en los cuadros inferiores.

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